SIGLO DESTRUCTIVO
Autor: Boris Cristoff
No nos damos cuenta, pero pesa sobre nosotros la compulsión de destruir. Incluso nuestras construcciones son chatarra.
Si queremos entender nuestro siglo debemos entender porqué hoy es más atractivo demoler que construir. Se dice que es más fácil destruir que crear, pero ese no es el punto a enfocar en nuestra época. El punto es que SICOLOGICAMENTE nos atraen más los escombros de la demolición que los ladrillos para construir. En POLITICA cada vez más seguido aparecen ismos mágicos que implican una destrucción del orden o desorden que hoy tenemos. El comunismo ha sido el más atractivo y el más avasallante de ésta época, como el tamaño de la nación que la prohijó, que se infló de manera tan desorbitada que explotó como un globo lleno de aire 70 años después, pero no quedaron atrás el Fascismo, el Nazismo, el Maoísmo, el Terrorismo y los próximos ismos. No se levanten de sus asientos, todavía no han visto nada…
Marx, Engels, Lenin, Stalin, banderas de guerra, Mussolini, Marx, Lenin, Mao. Estos ya ni rostro tienen…
En el PERIODISMO todos sus trabajadores saben que la noticia es sinónimo de rumor, denuncia, escándalo, catástrofe, ruina, renuncia, quiebra, muerte, etc. No se aceptan periodistas optimistas o “de la alegría del señor” ¿Pero siempre ha sido
así?
Que un perro mordió a un hombre no es noticia, pero qué gran venta sería si un hombre mordió a un perro.
Incluso los HISTORIADORES se aplican con mayor énfasis en los períodos históricos sangrientos y de decadencia que los nacientes y exitosos. Los ESCRITORES más exitosos emplean la palabra mágica fin: El fin de la humanidad, El Fin de la Historia, El fin de la naturaleza, de la especie, del sexo, de los tiempos ¿Porqué no el fin de la suegra? No sin razón el libro pionero "La Decadencia de Occidente" del alemán Oswald Spengler caló tan hondo en 1918, porque el inconciente colectivo olió que estamos en los finales de una cultura. Hoy en día es tan usual la palabra fin que poniendo las palabras “END OF” en Google se obtienen nada menos que OCHENTA MILLONES de archivos gráficos y 151 millones de archivos de texto.
El Fin de la Historia de Francis Fukuyama.
Fin de especies. Fin de la Naturaleza un best seller. “Como salvar al mundo”
En rojo el aumento de la población en datos de NACIONES UNIDAS hasta el 2000. Luego especula de dos versiones en rojo hasta 2030.
En verde la disminución posible de la población con el título PARAÍSO. El autor que es científico señala la mejoría de la Humanidad a partir del 2030. Es muy optimista, eso será mucho más tarde. En el siglo XXII.
Si ese bajón de población significa genocidios, peste, hambre o sed mundial, entonces se justificaría en el 2030.
Pero nótese que la línea verde se estabiliza en horizontal desde el año 2100, en la era Acuario.
Los temas más aceptados en el CINE son los filmes con sexo y violencia, ya lo sabemos. Se alimenta el secreto matador que hay dentro nuestro cuando el héroe mata a treinta personas sin que se nos ocurra criticarlo y justificamos esa carnicería porque al final salva al niño secuestrado o al perrito del presidente.
Terminador, Duro de Matar, EL sexto día, Letal Weapon, El Quinto Elemento, El Fin de los Días. Fines que no tienen fin.
La MEDICINA ha logrado enormes avances sobre la vida pero están desbordados por las enfermedades y la resistencia de gérmenes patógenos y males como el cáncer y el SIDA que no desaparecen porque indican una decadencia de la vida. Según el Dr.Rodolfo Tálice, el 99% de los gastos de los Institutos es para tratar enfermedades y menos del 1% para enfocar la salud. Eso queda en manos de algunos solitarios escritores, naturistas, macrobióticos y ecologistas, quienes poco pueden hacer sin apoyo de las naciones. La última solución para la enfermedad es la muerte asistida por la medicina o eutanasia, cuyo nombre elegante ya comienza a ser reglamentado en algunas naciones.
Sonriente Dr.Muerte ya salió de prisión. Robot para práctica. Inyecciones y drogas abrieron la puerta a los drogadictos. Mil contraindicaciones.
Drogas para doping. Monstruos gracias a la Talidomida. La OMS vigila el mundo y prohibe drogas cada vez más, según la gráfica hasta el 2003.
Los médicos ya no curan por acciones físicas sobre el paciente, sino que lo transfieren a drogas, amputaciones, cirugías,
prótesis, órganos implantados, etc. Mientras manden las máquinas y el dinero esto va a seguir cada vez peor. Las medicinas alternativas al no usar máquinas ni mover tantos capitales, no tienen chance en esta cultura.
La RELIGION ya no tiene la pureza del principio y las sectas nacen como los hongos, el monoteísmo se ha convertido en el polireligiosidad y ya no se sabe qué o quien nos lleva por la buena senda.
La solución a esta tendencia destructiva es entender por Astrología en qué momento de la historia estamos viviendo. No es que vayamos a torcer esa tendencia, sino porque nos permite constatar que después de varias generaciones pesimistas, hay un repunte cíclico ya documentado por tradiciones orales y escritas de todos los pueblos desde hace ocho mil años. Se calcula que la edad de nuestro universo esta en sus tres cuartas partes, como si estuviera entrando recién en la Ancianidad. Nació hace trece mil setecientos millones de años y tiene aliento todavía para unos cinco mil millones de años más.
Una anciana al oír decir esto al conferenciante, saltó de su asiento y dijo: "Qué alivio profesor, me pareció que dijo cinco millones de años"
Es tal la velocidad de la destrucción que hasta cuando construimos parece chatarra. Como arquitecto y constructor que fui recuerdo una nota que envié a las listas sobre lo mal construidas que estaban las Torres Gemelas de Nueva York. Fue una nota que se titulaba algo así como los Tres Chanchitos y el Lobo. El sistema de las construcciones en EEUU, el apuro por terminarlas y la puja por ganar licitaciones, han desembocado en el peor Standard del mundo ¿Cómo el choque de un avión pudo derribar el edificio más alto de la capital del mundo? Es que para quien ha estado en algún hotel de Nueva York, eso no es una incógnita. Basta ver cómo un balazo traspasa cualquier pared entre habitaciones, porque ellas se hacen de cartón y madera aglomerada. Es el cuento de los dos chanchitos que hicieron sus casas con paja y el otro con ramas, vino el lobo, sopló, y todo se vino abajo. Si el American Airlines se hubiera estrellado contra la Facultad de Ingeniería del Uruguay se hubiera hecho papilla.
Por otra parte es regla general ahora de que las grandes obras parecen realmente chatarra, chapas metálicas encimadas o un montón de escombros, torres torcidas, agujas sin balance o alas de aviones. Es como si quisieran locamente vencer la atracción de la gravedad o retorcer el cuerpo humano como un Picasso de la Arquitectura.
Teatro de la Opera Sydney. Guggenheim en Bilbao. Torres giratorias y Dubai Towers. Aeropuerto Punta del Este. Hotel seis estrellas Dubai.
Para un extraterrestre esto podría parecer un catálogo de desastres y no para palacios que honran a los humanos.
Se está buscando impresionar por el aspecto exterior, un gasto que está en detrimento de la comodidad interior.
Lo cierto es que la Humanidad sabe por experiencia que la Historia se repite como las olas en el mar: una cresta sigue a un rellano y luego otra cresta y otro rellano. Los palingenésicos griegos fueron los primeros en enunciar El Eterno Retorno. No es tan eterno porque los universos no lo son sino que nacen y se rehacen, pero en las formas y durante nuestra relativa duración eso es una ley que no deja de cumplirse, de la misma manera en que el hombre no es eterno.
El punto principal para entender nuestra actitud destructiva actual son los ciclos de Cultura o eras astrológicas. El comienzo de cada era de 2100 años, imprime a la humanidad de una tendencia constructiva y esperanzadora, pero en cada final, como el que vivimos ahora, es una tendencia destructiva y pesimista.
En el principio de la era del aventurero Leo en el -10.500, la vida se hizo muy atractiva porque dejamos atrás la Edad de Hielo, comenzó una vida nómade por la conquista de los nuevos "solares", pero dos mil años después en el final de esa era los deshielos convirtieron al globo en una pesadilla de inundaciones. En el principio de la era del casero Cáncer en -8.400, la vida se solucionó viviendo en tierras altas o en palafitos, se hizo sedentaria en casas sobre pilotes que permitieron sobrevivir a cada nueva retracción de las costas. Pero dos mil años después la vida marítima se hizo insostenible. En el principio de la era del inquieto Géminis en el -6.300 la vida fue la jauja del Jardín del Edén. La naturaleza recompuesta fue un vergel descrito por la vida de Adán y Eva, donde sólo era necesario depredar una parte del inmenso paraíso terrenal y luego vivir cambiando de panorama. Volvimos a ser nómades con rebaños que nos seguían a todas partes, pero dos mil años después ya no hubo terrenos para depredar con la vida nómade.
En la era del estable Tauro en el año -4200, los asentamientos convirtieron a la especie humana en sedentarios en América, Egipto, Mesopotamia, India y China. Volvimos a ser sedentarios con una organización de cosechas que trajo la felicidad y la creencia en los trabajo y las construcciones, pero dos mil años después vino la decadencia de los asentamientos, la rebeldía contra la obligación de elevar monumentos grandiosos como las pirámides y el rencor secular por tumbas para momias que fueron saqueadas sistemáticamente. En la era del pionero Aries en el año -2100 la vida se hizo nuevamente nómade y conquistadora. Parecía que las colonias y conquistas de griegos y asirios no tenían fin y se pudo vivir así por dos mil años, hasta que lo inhumano de las agresiones llegó a un fin en nuestra actual era del humanista y sensible Piscis en el año 0. Pero ahora toca vivirlo nosotros y todos creen estar en el fin del mundo. Es el fin de muchos que ignoran la historia pasada.
Nos convertimos nuevamente en sedentarios al crear propiedades, castillos, muros, fronteras, naciones, alambrados y vallas terrenas, aéreas y acuáticas. El "ojo por ojo" de Aries se sustituyó por el "si te pegan en una mejilla..." y nació Cristo, el Cristianismo, el Monoteísmo, las colectividades, los ismos, el amor al prójimo, las Cruzadas, la religiosidad hasta nuestros días, los derechos humanos, la delincuencia impune. Pero hoy, dos mil años después... ¿qué otra cosa nos espera que la parte indeseable de cada era? La destrucción hoy es necesaria y se hará cada vez más necesaria hasta que lleguemos al renovador año 2100, dentro de 90 años o dentro de la vida de un nonagenario que naciera hoy, porque al mazo del destino le queda esta última carta, imposible de evitar. Nos aislamos cada vez más en el mar proceloso de siete mil millones de personas y nadie da un centésimo por el futuro.
Pero como siempre he dicho en mis clases "Hombre, tu destino es el cambio" Nuestro destino en este siglo no es la construcción ni la estabilidad, sino sólo vale el cambio porque Piscis es el signo de los mayores y más contrastados cambios. Por eso es que aunque un presidente sea exitoso no lo reelegimos porque queremos más el cambio que lo mismo, aunque fuera brillo, prosperidad, libertad, felicidad. Es que intuímos inconcientemente un desastre, tanto dentro de cada uno, como en los ISMOS, en los DIARIOS, en el CINE, en la MEDICINA, en los ESCRITORES, en las RELIGIONES y queremos un cambio más profundo, más rápido, más acelerado.
El cambio es la capacidad de adaptarse a toda época y edad, de trasformarse, de vacunarse contra toda sorpresa. Esos cambios ahora se aceleran cada vez más hasta el próximo siglo en la era Acuario, que comenzará a edificar un notable mundo nuevo y la vida sonreirá una vez más por muchas generaciones. Si lo negativo es nuestra tendencia destructiva de la cultura actual, en cambio nunca como ahora es posible observar en el corto lapso de una vida tantos y tan sorprendentes cambios día a día, que se aceleran cuanto más nos acercamos al próximo siglo. No hace mucho nació el teléfono móvil y el DVD y ya cambiaron decenas de modelos que nos asombran, como los tablets que son telefonos y computadoras portátiies y al mismo tiempo enloquecen y envilecen.
EN SUMA
Una cosa por otra, lo atractivo para mí en este fin de era, es el conocimiento gratuito, la síntesis de la vida, el aparente poder de nuestro ingenio, el captar pasado, presente y futuro y preverlo, aunque no evitarlo, porque cuando llueve nadie puede parar la lluvia, pero quien tiene el privilegio de conocer el futuro, sabe cuándo deberá abrir su paraguas.