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jueves, 22 de noviembre de 2012

LAS CHICAS DEL SIGNO DE SAGITARIO...


LA CHICA “SAGITARIO”
No siempre te dirá las cosas que a ti te gusta oír. La mayoría de las veces, hará que se te pongan los pelos de punta porque de ningún modo se muerde la lengua, pero de vez en cuando te dirá algo tan especial y esplendido que te darán ganas de ponerte a cantar.
Tal vez necesites un ejemplo. Escenarios: una cafetería. Tú acabas de reunir el valor necesario para decirle que la amas, pero antes de que hayas podido abrir la boca, te mira con sus enormes e inocentes ojos azules -o castaños, luminosos y directos- y te pregunta con curiosidad: “Dime, ¿cómo te sientes siendo tan bajo? ¿No te pone neurótico ni nada de eso?”. Mientras tú tragas saliva, en un viril intento de rehacerte, ella agrega: “Pero no te preocupes, que ha habido muchos hombres bajos, como Napoleón y Fiorello LaGuardia”. Eso es casi agregar el insulto a la ofensa, pero antes de que hayas tenido tiempo de marcharte, pensando que no ha existido otra mujer que se mereciera más que la dejen plantada, ella susurra con voz dulce: “A mí me enferman los hombres que parecen postes de telégrafo. Tú eres perfecto. Esta noche, cuando veníamos caminando hacia aquí, me fije que tenemos la altura justa para andar juntos”.
Vuelve a sentarte, que te quedarás, y por mucho tiempo. Una muchacha Sagitario, amistosa y franca, acaba de adueñarse de tu corazón con su propio y peculiar encanto. Será siempre un poco demasiado franca, porque ve el mundo exactamente como es, por más que use esas ridículas gafas de cristales rosados. Tendrás que admitir que para ser capaz de eso hace falta talento. Cualquiera no es capaz de aplicar una lógica razonable y clara a todas las situaciones, ni mantener la bendita facultad de creer que las cosas irán mejor o, en todo caso, de aceptarlas tal como son.
Las mujeres Sagitario son la encarnación del optimismo. Te dolerá cuando ella te diga que le gustaría que ganaras algo más de dinero, pero después agregará: “Claro que demasiado dinero vuelve egoísta a la gente. Tal vez sea una suerte que seas pobre”. Admito que es una especie de optimismo forzado, pero ya te acostumbrarás. Una mujer Sagitario jamás te mentirá, aunque a veces desearás que lo haga. Si se te ocurre preguntarle como pasa las noches que no está contigo, te dará un informe perfectamente detallado y sincero de todas las cartas que le escribe a ese apuesto médico que conoció el verano pasado durante las vacaciones, y de las invitaciones telefónicas que rechaza. Hasta es posible que te cuente los problemas de insomnio que sufre cuando se queda despierta, a la noche, pensando si tal vez lo que siente por ti no será amistad en vez de amor. Te darán ganas de decirle a gritos que mienta un poco de vez en cuando. ¿Acaso no sabe que un hombre tiene su orgullo? Pero no grites demasiado, porque podría ofenderse, y ella tampoco es exactamente incombustible. Ya es sabido que Sagitario es capaz de cóleras memorables.
Es probable que viva sola. Las de este signo son muchachas muy independientes, y ambos sexos muestran una extraña indiferencia hacia los lazos familiares. Tal vez se debe a que al viajar tanto no están en casa con la frecuencia suficiente para llegar a conocer bien a la familia. Incluso si sólo van al cine y a casa de sus amigas, siempre están en movimiento. No quisiera asustarte, pero una vez conocí a una mujer Sagitario tan poco sensible a los matices de las relaciones familiares que invitó a un novio rechazado a que la acompañara en la luna de miel con su nuevo marido. El pobre parecía tan solitario, y además decía que él se pagaría sus gastos. ¿Por qué la miras de esa manera? ¿Acaso hizo algo malo?
Hay una cosa que tienes que aprender sin pérdida de tiempo, si quieres que tus relaciones marchen bien. Cuando quieras que ella haga algo, pídeselo, no se lo ordenes. En lo que a Sagitario se refiere, la técnica del hombre de las cavernas funcionaba bien para Tarzan y Jane. A ella le gusta que la protejan, pero no quiere que le den órdenes. Ni siquiera su madre lo consigue, y ¿qué podría hacerte a ti mas privilegiado que a su madre? Es posible que la madre sea Aries, y si una mujer marciana no puede imponerse a ella, no habrá hombre en el mundo capaz de conseguirlo. Sin embargo, su naturaleza es curiosamente retorcida; aunque le disguste que alguien se lo imponga, sobre todo en público, cuando quiera poner a prueba tu firmeza, muéstrate firme. Las mujeres jupiterianas no toleran a los hombres débiles e indecisos. Si se pone de ánimo demasiado vivo, y su punzante lengua llega a ser demasiado sarcástica, o si amenaza con una actitud cualquiera que realmente te exaspera, dale un toquecito del tratamiento de Tarzan, apenas lo necesario para mantenerla a raya. Algo del tipo de “Haces eso y te rompo el cuello”. Es posible que, si se convence de que la cosa va en serio, reaccione con una humildad sorprendente. Una mujer Sagitario no tiene la menor intención de renunciar a su individualidad por un hombre, pero le gusta saber que la consideras una mujer.
Es posible que te confunda, pero eso no es nada comparado con lo que ella misma se confunde. Son muchas las mujeres Sagitario que confunden amistad con amor y amor con amistad. Si tú eres uno de esos hombres chapados a la antigua, que gustan de la timidez y las evasivas en las mujeres, es mejor que te busques otra compañera de juego. Esta señorita es franca y directa con los hombres, y no estará dispuesta a entrar en el tonto juego de “¡Imagínate como me siento!” o “¡Imagínate lo que pienso!”. Lo que ella siente y lo que piensa no difiere lo mas mínimo de lo que hace y lo que dice. Su deslenguada franqueza provoca, naturalmente, malas interpretaciones, su buena cantidad de duras batallas, y ni hablemos de sentimientos heridos, pero no aplasta el espíritu de Sagitario. El orgullo de Júpiter aflora a la superficie para rescatarla en una crisis y le permite superar el dolor de su corazón destrozado como si fuera una broma. Por dentro, es posible que esté llorando, pero pondrá tanto ingenio para responder a las preguntas de los amigos sobre la ruptura que todos terminarán por decidir que para ella eso no había sido más que un flirteo sin consecuencias. Pocos se imaginarán como empapa la almohada noche tras noche, mientras se pregunta que pudo haber sido lo que ella dijo para estropearlo todo. Tal vez fuera esa vez que cuando él llamó cerca de medianoche desde el vestíbulo, le dijo que no subiera hasta su apartamento, porque estaba “hablando con un hombre que tenia muchos problemas”. En realidad, el hombre era su cuñado, pero ella, con la peculiar habilidad de Sagitario para omitir lo más importante del relato, se olvidó de decírselo. Además, ¿por qué tenia que dar explicaciones? (Todos los Sagitario se muestran virtuosamente enfurecidos cuando se pone en tela de juicio su integridad.) O podría haber sido cuando él le pregunto si no tenia inconveniente en que su hermanita pequeña les acompañara al cine y ella le salió diciendo: “Vaya, espero que eso no signifique que cuando nos casemos la tendremos todo el tiempo encima”. Es muy posible que la niña le hubiera gustado mucho, pero el natural temor de Sagitario a verse abrumado por los parientes políticos la llevó a dar esa respuesta tan desconsiderada. Ahora echa tanto de menos a la hermana como al hermano, pero es demasiado tarde para explicar lo que quiso decir, y además, nadie lo entendería.
Para ella, este tipo de callejones sin salida resultan insondables, pese a toda la lógica de sus procesos mentales, y con frecuencia llevan a las jóvenes de Júpiter a un romántico país de nunca jamás, en el que no saben donde puede encenderse inesperadamente el fuego, ni por que, además de que tienen miedo de quemarse cuando se encienda. Por eso Sagitario se muestra demasiado fría y tranquila, incapaz de tomar en serio a nadie, y a si misma menos que a nadie. Al flirtear abiertamente, y sin la menor intención de que la cosa se convierta en algo eterno o duradero, se ganan la reputación de mujeres frías y sin corazón. Un signo de fuego jamás es frío y sin corazón, pero claro está, por ahí andan un montón de hombres que no saben nada de astrología y que lo ignoran. Si semejante estado de cosas es causa finalmente de que se quede soltera, Sagitario no será sin duda alguna una solterona seca y amargada. Seguirá jugueteando y divirtiéndose con la vida; tendrá una docena de intereses que pueden llenar el lugar del hombre, y con cada uno de ellos disfrutará muchísimo.
Claro que a ti no te interesan las solteronas Sagitario; lo que piensas es hacer tu esposa de una muchacha de este signo. (Por lo menos, yo espero que tus intenciones sean honorables, porque esta pobre chica ya tiene bastantes problemas sin que tú te propongas seducirla.) Dejemos de ocuparnos de la promiscuidad, para pensar en el matrimonio. Como los Sagitarios varones, las Arqueras se espantan un poco ante el connubio, de modo que para que se deje ensartar (es decir, para que acepte tu propuesta de matrimonio) tendrás que valerte como cebo de algunas tretas coloridas e ingeniosas. En sus relaciones con los hombres, Sagitario es vivaz y anticonvencional; como se considera tu igual, es posible que, además de ponerse tu suéter, copie tu manera de ser. Si, como a muchas mujeres de su signo, le gustan los deportes y la vida al aire libre, es posible que te cueste un poco distinguirla de los muchachos. No es que sea lo mismo; para empezar, cuando lo usa ella, tu suéter parece otra cosa. No se trata de que las mujeres jupiterianas sean agresivamente masculinas por naturaleza; pueden ser lo mas dulce y femenino que hayas tenido en tus brazos. Simplemente, es que tiene tantos compañeros varones que te acostumbrarás a verla en una multitud, por todas partes, salvo en el baño turco y en el gimnasio. Como es tan absolutamente sincera y franca, muy probablemente le tendrá sin cuidado su reputación y desdeñará las hipocresías que impone la sociedad. Si le preguntas algo al respecto, te contestará sin ambages; es posible que te diga que volver a casa a medianoche no es inicio de promiscuidad más convincente de lo que puede serlo como signo de inocencia el volver a horas más convencionales. Ella sabe que su moral es irreprochable, y es lo único que importa. Naturalmente, se equivoca de medio a medio: lo que piensen los demás es muy importante para la reputación de una mujer. Pero intenta comprender su actitud, y no pienses que es veleidosa porque se ríe de algunos chistes, por lo general sin haberlos entendido ni remotamente (las sutilezas del doble sentido suelen escapársele a Sagitario). De modo que si se queda toda la noche levantada para ver salir el Sol desde lo alto de algún monumento (o de algún silo, si es que vivís en el campo) eso no significa que sea la chica mas loca de la ciudad.
La verdad es que en el fondo de su corazón es confiada como un niño. Ve las cosas de manera tan ingenua que es vulnerable a los lobos, los estafadores e impostores (aunque, cosa rara, esto sólo ocurre en las relaciones amorosas). Olvídate de la astucia con que discute y de lo asombrosamente lógica que puede ser; todo eso no tiene nada que ver con el corazón. No es la mente de Sagitario lo que está en discusión, esa mente inteligente y rápida, capaz de hacer frente por sí sola a cualquier tipo de emergencia; es el corazón lo indefenso, el que con tanta frecuencia tropieza y se llena de magulladuras.
Hay otra cosa: es un poquitin torpe. A veces, cuando una muchacha Sagitario se te acerque por la calle con sus largos pasos de caballo pura sangre, pensarás que es la mujer mas graciosa que hayas visto en tu vida... hasta que tropiece en una irregularidad de la acera, se agarre torpemente al toldo del puesto de frutas para no perder el equilibrio y desparrame dos cajones de naranjas. Es posible que el dueño del puesto diga algunas cosas feas, pero no tardará en encogerse de hombros, decirle que no se preocupe y regalarle un puñadito de uvas. La disposición alegre de Sagitario es capaz de ablandar los más duros corazones. Habrá veces en que esta muchacha te hará pensar en un perrito juguetón y torpe que menea alegremente el rabo mientras camina por encima de tus pies. Pero es que los cachorritos así encuentran siempre gente que les ama y les da de comer. Claro que darle de comer a un perro sale un poco mas barato; las chicas típicas de este signo suelen tener muy buen apetito. Les gusta comer y beber, vestirse bien y, cuando viajan, viajar en primera. Sagitario es dispendioso por naturaleza (salvo que la Luna este en Capricornio o tenga un ascendente Virgo). El dinero por el dinero mismo no les interesa, y en la mayoría de los casos cuesta bastante enseñarles el valor que tiene un dólar. Antes de prestarle tu tarjeta de crédito, fíjate bien cual es su ascendente.
Es posible que esa chica Sagitario con la que te has enredado esté en el mundo del espectáculo, porque a muchas de ellas les fascinan las candilejas. En ese caso, será mejor que te hagas a la idea de que lo primero será su carrera, mientras no se canse. El sordo murmullo de los aplausos y la atracción de los bises sonarán en sus oídos como un sonido más convincente que todas las frases románticas que puedan ocurrírsete. Jamás la obligues a elegir entre agradarte a ti y la emoción de agradar a montones de gente junta, con el esplendor de su personalidad. Después de un tiempo se asqueará de la hipocresía y el relumbrón artificial que la rodean en el mundo del espectáculo. Y volverá corriendo a casita, a hacer un ensayo de vida doméstica con alguien real: tú. Alguien que crea que la sinceridad es hermosa y el engaño feo: de nuevo tú. Dejar su profesión no cortará para siempre sus alas: al nacer se las aseguraron a los talones. Siempre rondará cerca de ella el microbio de los viajes, para producirle un ataque de fiebre errabunda. Cuando puedas, sal de vacaciones con ella, y si no, déjala que se vaya sola en el tiovivo, y confía en ella. A quien ama es a ti, no a los payasos organilleros con quienes le gusta pasar el tiempo.
Es posible que su actitud desaprensiva ante el amor y su reticencia frente al matrimonio te hagan pensar que carece de sentimientos. Eso es totalmente erróneo: una película triste le hará llorar a mares, y si lee poesía le verás los ojos húmedos. Es probable que guarde todas las notas que alguna vez le escribiste, los despojos de las flores que le compraste en aquella ocasión bajo la lluvia, y las entradas del partido de hockey donde te conoció.
En cuanto a sus dotes de ama de casa, ten valor y paciencia. A las chicas Sagitario les aburre hasta la saciedad el castigo de sacudir el polvo y fregar los suelos. Tan pronto como hace una cama, se les deshace. Vaya, y uno que pensaba que la muy maldita duraría unos días, con el trabajo que le costó meter bien las sábanas en los ángulos. Todo eso la enferma de muerte. Sin embargo, es probable que cuando tenga su propio hogar se aguante su disgusto. Si tú tienes la posibilidad de pagarla, preferirá que tengáis una doncella; si no, se ocupará ella, tercamente, de que la casa brille. Su madre no podrá creerlo. ¿Esa criatura descuidada, dando cera a la mesita del café? Imposible. Pero el orgullo y la eterna lógica de Sagitario lo consiguen; para ser fiel a si misma, tu Arquera necesita verse rodeada de belleza y pulcritud, y no tarda en entender que si no limpia ella el linóleo, no hay quien lo haga. Si de niña se vio obligada por las circunstancias a ayudar en muchos menesteres domésticos, es posible que al principio se rebele, pero acabará comprendiendo que es mejor quitar el polvo de los rincones con un mínimo de resentimiento.
¿Y en la cocina, como andamos? Bueno, no es fácil decirlo. Tal vez sea mejor que los fines de semana salgáis a comer fuera. Si durante la semana te prepara comidas decorosas, no esperarás que también los sábados y los domingos marque la tarjeta. Para la mayoría de las mujeres Sagitario (si no tienen ascendente Tauro, Cáncer o Capricornio), la cocina no es exactamente un éxtasis, pero si está empeñada en hacerte superar un bache depresivo, puede prepararte algún postre fantástico. Sus propios estados de ánimo pueden ser un espanto, pero esos episodios son raros, y generalmente tan breves que apenas si llegarás a percibirlos. Cuando está realmente herida, su lengua puede ser amargamente sarcástica, pero se olvida de lo que dijo casi antes de haber acabado de decirlo, y no puede entender por que sigues insistiendo en ello. Sagitario no es mujer para un hombre cavilador y melancólico; un clima sombrío y pesimista puede enfermarla, real y físicamente.
Seguramente, sus hijos la adorarán; será excelente compañera y se divertirá muchísimo jugando con ellos. Una vez superado su primer miedo a la responsabilidad, se las arreglará con los pañales y los baños diarios como la mas pulcra y eficiente de las niñeras. Casi todo lo que hace lo hace bien, con gracia, cuando finalmente se decide a aprenderlo. Lo mismo que los mayores, de pequeños recibirán generosas dosis de su optimismo y de sus comentarios desconsiderados. Si sobreviven a sus verdades desnudas, crecerán en la convicción de que jamás ha habido una hermana mayor tan sensacional como ella, que les contará cuentos divertidos y de final feliz, y cederá súbitamente al impulso de llevarles de picnic a los bosques, en busca de los tres ositos (ella misma cree en cierto modo que tal vez estén por allí escondidos). Los niños estarán bien vestidos, sin que ella haga de eso una cuestión de honor, y serán de espíritu alegre. Si aprenden de ella algunos recursos nada convencionales (digamos, a estampar las cortinas extendiendo la tela cruda en el suelo para después caminar descalzos sobre ella con las plantas de los pies untadas de pintura amarilla), por lo menos no tendrás la casa llena de conformistas. Su sinceridad dejará huella en el carácter de los niños. Si después de haber buscado bien debajo de todos los abetos, no encuentran a los tres ositos, es probable que ella les diga que no se preocupen... que era broma; pero primero los habrá buscado. El niño que escribió al director del Sun de Nueva York para preguntarle si realmente existía Santa Claus tenia que tener como signo a Sagitario, o por lo menos el ascendente. Es probable que ella eduque a sus propios hijos con la respuesta, franca pero realista: “Si, Virginia...”.
Las madres de Júpiter tienen que controlar su tendencia a no dar demasiada importancia a la disciplina, salvo cuando están cansadas o enojadas... que es el peor momento para imponerla.
Cuando invites a tus amigos, tendrás una anfitriona encantadora; nadie lo hace con tanta gracia como una mujer Sagitario, ni siquiera sus hermanas Leo, que no son nada torpes en su desempeño social. Su actitud, alegre y amistosamente abierta, tiene un matiz que hace que la gente, sea el basurero o tu jefe, se sienta auténticamente bienvenida. En la más tensa de las situaciones, Sagitario sabe romper instantáneamente el hielo, aunque también puede conseguir que se enarquen algunas cejas.
Mientras dejes que se sienta dueña de su propia alma, y en modo alguno prisionera, tu optimista compañera Sagitario te dará un triple dividendo: su lealtad, su confianza y su afecto. Los tres son inseparables, porque cuando una Arquera da su amor, da siempre su amistad al mismo tiempo.
Las mujeres de Júpiter son idealistas incurables. Y te diré un secreto que tal vez la tuya no te haya confiado nunca: se enamoró de ti hace muchos años, cuando era pequeñita y pedía a la luna nueva que le enviara a alguien para compartir la sinceridad de su corazón. Hubo montones de veces en que le pareció que te había encontrado, pero se desilusionó. Pero cuando por fin llegaste, te reconoció al instante, porque eras un apacible payaso con algunos sueños propios, que la tomo de la mano y le mostró el camino que conduce a las estrellas.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

LAS CHICAS DEL SIGNO DE ESCORPIO...


LA CHICA “ESCORPIO”
La mujer Escorpio tiene una belleza profunda y misteriosa. Es magnética, orgullosa y totalmente segura de sí, pero tiene un único dolor secreto: no haber nacido hombre.
Desde aquí puedo casi percibir la furia, cuando las mujeres Plutonianas oigan esta revelación. No hay hembra Escorpio que no se sienta mujer de pies a cabeza, y hasta mi lector, si está enamorado de una de ellas, se preguntará de qué estoy hablando. Como si esa chica no tuviera encanto y seducción más que suficientes. Pero yo no he dicho que tuviera aspecto masculino, ni tengo intención de insinuar que en su papel de mujer no se desempeña estupendamente. Es sólo que, en un nivel inconsciente, preferiría ser hombre. Menos restricciones, más oportunidades. Es el único secreto que la mujer Escorpio se oculta incluso a sí misma, y no le hace gracia verlo revelado.
Una vez que la niña Escorpio ha entendido la diferencia entre escarpines rosados y celestes, se resignará a usar los rosados, porque no hay nadie mejor para sacar el mejor partido de una situación. Pero el rosa no es su color natural. El verdadero matiz de su naturaleza es el castaño oscuro o un profundo rojo vino, colores nada femeninos. Sin embargo, hay que reconocer que ella es muy capaz de hacerte creer que lo son. Conozco una que es maestra en el arte de mostrarse como una gatita frágil y vaporosa. Ronronea de manera tan convincente que la mayoría de los hombres la toman por una ultra femenina Piscis, caen en la trampa y, cuando se despiertan, están magullados, pero algo han aprendido: no era una gatita.
Las mujeres Escorpio desdeñan a los miembros de su sexo que fracasan como novia, esposa y madre, una vez que ha aceptado los papeles. Una chica Plutoniana mantendrá a raya su deseo de dominar, mientras hace una magnífica demostración de feminidad, y lo hará con más sutileza que las más masculinas Aries, Leo o Sagitario. Por lo menos, actuará de es modo mientras dure el galanteo. En algunos casos, el varón desprevenido se llevará la gran sorpresa cuando se sacuda el arroz de los zapatos y las ilusiones de los ojos. A diferencia d las mujeres marcianas, por ejemplo, Escorpio sujetará sus impulsos y magnetizará a un hombre con el denso perfume de s mirada exótica, al tiempo que se deja encender lánguidamente el cigarrillo; es una actitud mucho mas sexy que prender ella misma, agresivamente, un fósforo y echarle a él el humo en la cara. Y Escorpio lo sabe... y sabe muchas otras cosas. Tal ve otra chica se te arrojaría en los brazos y proclamaría a grita su amor desde los tejados. Escorpio se te acercará andando de manera lenta y seductora, y te transmitirá en silencio y privadamente su mensaje. Es increíble, pero son mujeres que puede mostrarse seductoras en tejanos, pantalones de montar o zapatillas de baloncesto. Tal vez eso sea debido a su voz ronca acariciante. Se de una que usaba siempre un gorro de béisbol (en serio) durante todo el tiempo que su futuro marido la cortejó, y se pasaba el tiempo hablando de los resultados de los partidos. De todas maneras, estaba tan seductora como Mata Hari, y se salió con la suya (le hipnotizó, como siempre).
Es posible que la impresiones, pero no que reaccione ansiosamente ante tu aproximación. No esperes que entorne insinuantes y largas pestañas al mirarte, ni que te adore con devoción ciega. Muchas mujeres Escorpio, amén de lo independientes, tienen pestañas cortas. Además, con esos bellos ojos misteriosos capaces de leer con tanta claridad el pensamiento, no necesita mucho más adornos. Susúrrale algo romántico que a otra chica le haría perder la cabeza, y Escorpio se limitará a clavarte una mirada intensa y penetrante que desnudará inmediatamente tus intenciones mas auténticas. Es un aparato humano de rayos x, así que no flirtees con ella. Si no la tomas en serio, le estas haciendo perder el tiempo e insultándola, y yo no te aconsejaría que insultes a Escorpio; puede ser peligroso. Si no sabes a que me refiero, pregúntale a alguien que lo haya hecho, y es posible que te cuente algunas historias que te pondrán los pelos de punta.
Bien se yo que esta peligrosa femme fatale puede ocultar sus vengativos poderes tras una sonrisa trémula, modales encantadores y la voz más sobrecogedora que imaginarse pueda. Pero los astrólogos tenemos que ser versados en estas cosas, y es importantísimo que sepas en que te metes. Después de todo, eres tú quien está empeñado en domesticarla... o en protegerte de ella, lo que sea. Probablemente las dos cosas.
Puedes estar seguro de que el cielo no sabe de furias como las de una Escorpio cuando pierde su firme control habitual sobre las intensas emociones íntimas de Plutón. Puede ser despótica y dominante, sarcástica y frígida, y después llegar a una temperatura de 1OO grados. Es capaz de poner cruel veneno en el odio y abandono orgulloso en el amor, de vociferar como una arpía furiosa o de susurrar como la más afectuosa de las tórtolas, pero de una cosa puedes estar seguro: jamás se quedará en las medias tintas.
La mujer Escorpio tiene un don desconcertante que puede hacer que te corran por la columna escalofríos de hielo. Es una forma peculiar de magia negra, que ella maneja con tal pericia como para hacer que parezca auténtica brujería. Una vez que tus ojos se hayan encontrado con los de ella, tienes muy pocas posibilidades de escapar. Con su místico sexto sentido, es frecuente que Escorpio pueda reconocer a su futura pareja en la primera mirada, y de alguna manera transmitirá instantáneamente lo que percibe. Tus reacciones pueden ser de dos clases. O quedarás irremediablemente atrapado en su hechizo e irás tambaleante a entregarte con armas y bagajes o, presa de un terrible susto, tendrás ganas de escapar pidiendo socorro. ¿Que prisa te corre?
Quédate por ahí un rato. Es posible que termines por encontrar que es eso de la vida; ella lo sabe. Y te lo enseñará. En todo caso, deberías sentirte halagado de que te considere digno de su extraña mirada. Una mujer Escorpio no puede disculpar la debilidad en un hombre; lo que ella busca es ambición y valor. Quiere un varón capaz de dominarla y de hacerla sentir orgullosa, sin que, por eso, perturbe su individualidad secreta. Espera que él sea fuerte, masculino y más apuesto que los que fracasan como novia, esposa y madre, una vez que han aceptado los papeles. Una chica Plutoniana mantendrá a raya su deseo de dominar, mientras hace una magnifica demostración de feminidad, y lo hará con mas sutileza que las mas masculinas Aries, Leo o Sagitario. Por lo menos, actuará de ese modo mientras dure el galanteo. En algunos casos, el varón desprevenido se llevará la gran sorpresa cuando se sacuda el arroz de los zapatos y las ilusiones de los ojos. A diferencia de las mujeres marcianas, por ejemplo, Escorpio sujetara sus impulsos y magnetizara a un hombre con el denso perfume de su mirada exótica, al tiempo que se deja encender lánguidamente el cigarrillo; es una actitud mucho mas sexy que prender ella misma, agresivamente, un fósforo y echarle a él el humo en la cara. Y Escorpio lo sabe... y sabe muchas otras cosas. Tal vez otra chica se te arrojaría en los brazos y proclamaría a gritos su amor desde los tejados. Escorpio se te acercará andando de manera lenta y seductora, y te transmitirá en silencio y privadamente su mensaje. Es increíble, pero son mujeres que pueden mostrarse seductoras en tejanos, pantalones de montar o zapatillas de baloncesto. Tal vez eso sea debido a su voz ronca y acariciante. Se de una que usaba siempre un gorro de béisbol (en serio) durante todo el tiempo que su futuro marido la cortejó, y se pasaba el tiempo hablando de los resultados de los partidos. De todas maneras, estaba tan seductora como Mata Hari, y se salió con la suya (le hipnotizó, como siempre).
Es posible que la impresiones, pero no que reaccione ansiosamente ante tu aproximación. No esperes que entorne insinuantes y largas pestañas al mirarte, ni que te adore con devoción ciega. Muchas mujeres Escorpio, amén de las independientes, tienen pestañas cortas. Además, con esos bellos años misteriosos capaces de leer con tanta claridad el pensamiento, no necesita mucho más adornos. Susúrrale algo romántico que a otra chica le haría perder la cabeza, y Escorpio se limitará a clavarte una mirada intensa y penetrante que desnudará inmediatamente tus intenciones mas auténticas. Es un aparato humano de rayos x, así que no flirtees con ella. Si no la tomas en serio, le estás haciendo perder el tiempo e insultándola, y yo no te aconsejaría que insultes a Escorpio; puede ser peligroso. Si no sabes a que me refiero, pregúntale a alguien que lo haya hecho, y es posible que te cuente algunas historias que te pondrán los pelos de punta.
Bien sé yo que esta peligrosa femme fatale puede ocultar sus vengativos poderes tras una sonrisa trémula, modales encantadores y la voz más sobrecogedora que imaginarse pueda. Pero los astrólogos tenemos que ser versados en estas cosas, y es importantísimo que sepas en que te metes. Después de todo, eres tú quien está empeñado en domesticarla... o en protegerte de ella, lo que sea. Probablemente las dos cosas.
Puedes estar seguro de que el cielo no sabe de furias como las de una Escorpio cuando pierde su firme control habitual sobre las intensas emociones íntimas de Plutón. Puede ser despótica y dominante, sarcástica y frígida, y después llegar a una temperatura de 1OO grados. Es capaz de poner cruel veneno en el odio y abandono orgulloso en el amor, de vociferar como una arpía furiosa o de susurrar como la más afectuosa de las tórtolas, pero de una cosa puedes estar seguro: jamás se quedará en las medias tintas.
La mujer Escorpio tiene un don desconcertante que puede hacer que te corran por la columna escalofríos de hielo. Es una forma peculiar de magia negra, que ella maneja con tal pericia como para hacer que parezca autentica brujería. Una vez que tus ojos se hayan encontrado con los de ella, tienes muy pocas posibilidades de escapar. Con su místico sexto sentido, es frecuente que Escorpio pueda reconocer a su futura pareja en la primera mirada, y de alguna manera transmitirá instantáneamente lo que percibe. Tus reacciones pueden ser de dos clases. O quedarás irremediablemente atrapado en su hechizo e irás tambaleante a entregarte con armas y bagajes o, presa de un terrible susto, tendrás ganas de escapar pidiendo socorro. ¿Que prisa te corre?
Quédate por ahí un rato. Es posible que termines por encontrar que es eso de la vida; ella lo sabe. Y te lo enseñará. En todo caso, deberías sentirte halagado de que te considere digno de su extraña mirada. Una mujer Escorpio no puede disculpar la debilidad en un hombre; lo que ella busca es ambición y valor. Quiere un varón capaz de dominarla y de hacerla sentir orgullosa, sin que, por eso, perturbe su individualidad secreta. Espera que él sea fuerte, masculino y más apuesto que el común de los hombres. Y para estar a la altura de la mentalidad de ella se necesita, desde luego, un alto grado de inteligencia, amén de una familiaridad algo más que superficial con la sabiduría abstracta y filosófica. De manera que olvídate del susto y empieza a practicar una sonrisa de superioridad. Todos tus conocidos se impresionarán al ver que ella se te queda mirando; los hombres y las mujeres. Si lo piensas, verás que te abre nuevas perspectivas. Tus acciones personales pueden llegar a estar varios puntos más arriba que antes de que ella se fijara en ti.
Una vez que hayas conseguido la intimidad de una mujer Escorpio, puedes estar seguro de que eres un hombre único y excepcional. Y también de que el amor que ella siente por ti no tendrá parangón en ninguno que jamás te toque vivir... y puedes creerlo esto en mas de un sentido. Tú constituirás el interés fundamental de su vida y, si es una Plutoniana típica, te apoyará con lealtad y procurará agradarte con intensidad apasionada. Y si eres demasiado difícil de complacer, expresará su frustración con apasionados intentos de ganarse tu atención.
Es probable que la palabra “apasionado” te haya llamado la atención. A los oídos de la mayoría de los hombres han llegado inquietantes rumores sobre la pasión de la mujer Escorpio. Pues son verdad. En esta mujer, la pasión bulle hasta derramarse, por mas que ella la mantenga bajo el control rígido de una actitud distante y fría hacia los extraños, y que su suavidad superficial haga pensar en un terciopelo negro. Pero el sexo masculino se inclina demasiado a considerar la pasión estrictamente como una acción romántica, y en el caso de ella eso es subestimarla, porque la definición Plutoniana de la palabra es muchísimo más amplio: se refiere a sus sentimientos hacia todo cuanto toca. Escorpio jamás se interesa a medias; el desapego y la indiferencia no se han hecho para ella. Es raro que le guste -o le disguste- un libro, una obra de teatro, una religión, un mueble o una persona. O los rechaza ásperamente o los adora. Si el objeto no llega a excitar ninguna de las dos pasiones, entonces Escorpio lo ignora totalmente, con una frialdad de hielo. Sin embargo, en medio de todo eso se mantendrá esencialmente ajena a las tormentas emocionales... al menos a juzgar por su placidez exterior, en la que se envuelve después de cada explosión nuclear, importante o no. Tal vez te resulte difícil convencer a tu suegra de que fue realmente su hija la que rompió todos esos platos e hizo pedazos aquellas cortinas, una vez que la furia se ha disipado y ha vuelto la serenidad de terciopelo negro. Es posible que la gente te mire como si fueras un regicida. ¿Qué es lo que dices? ¡A quién se le ocurre acusar de mal genio a esa mujer encantadora, tan serena y dueña de sí! Si de algo te sirve, cuenta con mi simpatía.
Sus virtudes son tan fabulosas, que podías esperar que sus vicios tampoco fueran de poca monta, de modo que piensa en sus puntos buenos. De acuerdo, entonces, piensa en sus puntos buenos cuando te haya desaparecido el chichón que tienes en la cabeza.
Debido a su atracción por la investigación de las sombras, Escorpio puede parecerte al principio un tentador fruto prohibido, impresión que se intensifica por efecto de la expresión extraña y profunda de sus ojos. Es verdad que estas muchachas se meten a veces en aguas peligrosas, llevadas por su afán de penetrar la vida, y como en ellas no hay el más leve rastro de miedo (a no ser que alguna tenga una influencia lunar desfavorable, en cuyo caso estará acosada por innombrables terrores), su búsqueda puede llevarlas por algunas sendas escalofriantes. Pero una Escorpio típica renacerá de todos sus descubrimientos sin perder fuerza ni pureza. Si se dejara ensuciar espiritualmente por sus andanzas, Plutón la castigaría con remordimiento, angustia y culpa, pero aun así ella podría echar mano de su fuerza de carácter para volver a levantarse, como el Fénix, de las cenizas de sus experimentos. En El Profeta, de Kahlil Gibran, en respuesta a una pregunta sobre el Mal, el Profeta replica: “Del bien que hay en vosotros, podré hablar, mas no del mal. Pues, ¿qué es el mal sino el propio bien torturado por su hambre y por su sed? En verdad, cuando el bien siente hambre, procura alimentarse hasta en nuestros oscuros antros, y cuando siente sed, se sacia hasta en las aguas estancadas”. Una perfecta descripción de Escorpio.
Es posible que haya sido fascinado testigo de un millón de flaquezas humanas, y que haya probado múltiples experiencias por ver a que sabe el conocimiento, pero, misteriosamente, es capaz de salir de todas sus investigaciones limpia de sospecha y seguir siendo superior a casi todas las demás mujeres que conozcas. Podría ser la guardiana de unos cuantos secretos; es sorprendente cuantas confesiones recibe Escorpio, aunque su propia vida lleve el cartel de: “Privado Prohibida la entrada”. A Escorpio le gusta escuchar secretos, pero será raro que cuente algo de lo que le han confiado, ni siquiera a ti (salvo que Mercurio sea desfavorable en su carta natal). También puedes esperar que tenga un montón de secretos relacionados con su personalidad, y no intentes adueñarte de ellos. En esta mujer hay un ámbito privado que jamás alcanzarás, una parte de su mente y de su alma que le pertenece exclusivamente a ella y en la cual no admite invasiones. Aunque no mienta, y en realidad es más fácil encontrar en ella una sinceridad brutal, siempre habrá esas cosas especiales -ideas, sentimientos- que no te confiará. Ni a ti ni a ningún otro.
Una mujer de este signo mostrará una lealtad increíble hacia aquellos a quienes considere fuertes y dignos, pero los débiles jamás alcanzarán el honor de su mirada. Cuando se trata de relaciones humanas, su dignidad puede hacer que parezca esnob y distante, y en cierto modo lo es, porque practica su personal sistema de castas, más nítidamente definido que los de sus hermanas Leo y Capricornio. Escorpio es siempre muy selectiva con sus amistades. A los compañeros dignos de ella los conserva durante toda la vida; a los superficiales, vulgares o indignos los excluye con su hielo. En la naturaleza de una mujer Escorpio hay una reserva innata de perseverancia y decisión, y siempre que así lo decida puede recurrir a estas cualidades para que la ayuden a dominar los excesos, desde la bebida y las drogas hasta las peligrosas depresiones y esas típicas formas de venganza autodestructiva. Tarde o temprano, es probable que Escorpio se interese por alguna forma de ocultismo, y que los antiguos misterios y los mundos nunca vistos se ganen su respeto, aunque la gente Escorpio puede pasarse la vida en los extremos, desde el fervor religioso al total ateismo.
Una mujer Escorpio no necesita la legalidad del matrimonio para brindar el amor y la dedicación de una esposa. Si por circunstancias que escapan de vuestro control el matrimonio es imposible, ella te amará igualmente sin reservas, sin importarle un rábano lo que piensen los vecinos. En la mayoría de este tipo de situaciones excepcionales, la relación es mucho más profunda y mas seria que el amor superficial y egoísta que existe en mas de un matrimonio legítimo. Las hipocresías de la sociedad no impedirán jamás que estas mujeres valerosas vayan en pos del sol. Escorpio no obedece a otra ley que la suya propia, y en su corazón Plutoniano tiene una compresión mas cabal del clásico “hasta que la muerte nos separe” que la mitad de las novias que balbucean embelesadas esa misma frase.
Pese a su fuerte individualismo, la muchacha típica Escorpio dejará que sea su marido quien lleve las riendas. En vez de atropellarle con su fuerza y su impulso, contribuirá con su talento a ayudarle en la consecución de sus metas. Para ella, tu futuro será importante, y no es probable que insista en tener su propia profesión después de casada (a menos que la hayas decepcionado profundamente, o que una crisis económica pasajera haga necesario que ella también trabaje). Es posible que en privado las peleas sean borrascosas, pero en público te defenderá con fiereza, y no tolerará que nadie te calumnie ni se aproveche de ti. Los que lo intenten sentirán la herida de su justa cólera. Tu felicidad será siempre lo primero. A menos que en su carta natal haya aspectos adversos a su signo solar o a su ascendente, te ayudará pacientemente a perseverar hasta que consigas lo que quieres, sin quejarse ni lamentarse de tus esfuerzos; eso si, puede mostrarse un tanto dura si te desalientas por el camino. Escorpio espera que apuntes tan alto como tu capacidad te lo permita, y si te quedas corto, eso puede costarte algunos comentarios y observaciones bastante sarcásticas, sobre todo si Mercurio tiene influencias desfavorables.
La mujer Escorpio adora su hogar, que generalmente aparece brillante de limpieza, buen gusto y comodidad. Las comidas se sirven a su hora, y generalmente las cosas marchan bien. Si sucede lo contrario, algo muy desdichado debe ocurrirle a tu chica, porque su inclinación natural la lleva a la belleza y al orden. Para la mujer típica de Escorpio, la limpieza de primavera es una fiesta. Le encanta revolver rincones para ver que encuentra... y ten cuidado de que al ordenar los roperos no encuentre en tus bolsillos notas misteriosas con un dejo de perfume. Escorpio es irrazonablemente desconfiada, aún cuando no haya base para sospecha alguna, de modo que imagínate lo que puede pasar si encuentra un indicio de auténtica infidelidad. Imagínate una nube en forma de hongo y tendrás una idea general de lo que puede suceder, en términos figurados. En cambio no tiene sentido que sospeches de ella, por mas oportunidades que surjan, y habrán muchas, ya que Escorpio nunca deja ver sus sentimientos mas profundos. Claro que puede ser que eso te plantee unas cuantas preguntas; pues trágatelas, junto con el nudo en la garganta. Lo mismo que esa cómoda cerrada con llave que ella guarda desde su niñez, hay cosas que constituyen terreno vedado y de nada te servirá insistir. Cierto, ya se que eso no es justo. Y ella también lo sabe, pero no por eso las cosas cambian, en absoluto: son como son. Tómala o déjala, y lo más probable es que la tomes, porque a Escorpio es casi imposible dejarla. En el mejor de los casos, su recuerdo te acosará toda la vida. Adaptarse a las peculiaridades de su naturaleza es más fácil que padecer las pesadillas que experimentarás por haberla dejado. En realidad, a la mujer Escorpio no hay quien la deje, ¿no lo sabías? Los que lo han intentado pueden decírtelo. Sea como fuere, tienes una mujer muy especial.
Por más que necesite la seguridad de un hogar con raíces, si una mudanza es necesaria para tu profesión, a ella no le asustará el desarraigo. Es una esposa excelente para militares o marinos, y una verdadera joya para un político. No hay nadie a quien su mirada no traspase, ni engaño que se le escape. Una mujer Escorpio puede decirte exactamente en quien puedes confiar y a quien debes vigilar. La mujer Piscis tiene la misma capacidad, pero tiende a ser demasiado blanda en la crítica, siempre esta dispuesta a buscar excusas para los fallos ajenos. Escorpio no. Al contrario, es fácil que tenga que refrenar la agudeza de su lengua y atemperar la brutalidad de su juicio.
En el apartado económico, las mujeres de este signo son totalmente impredecibles. Son capaces de cuidar y ahorrar los centavos hasta hacerlos valer el doble, y de pronto experimentar un ataque de estrafalario derroche. Una cosa es segura: que el dinero le gusta, ya sea que lo guarde en un zapato o se lo gaste en extravagancias, pero es una mujer que busca siempre el prestigio, y no dejará que el dinero lo ponga en peligro. Estará contenta de que hayas elegido una profesión que te proporcione ingresos menores, siempre que ofrezca la seguridad de no depender de nadie y la posibilidad de llegar a convertirte en alguien influyente; a las mujeres Escorpio les gusta el poder, y por él son capaces de sacrificar muchas cosas. Le bastará con tu poder, porque Plutón le permite adaptarse a disfrutar con los logros de terceros, cuando a ella le cuadra. Recuerda que por mas que se sacrifique y se las arregle con muy poco para conseguir un objetivo propuesto, es demasiado orgullosa para pasarse la vida en un ambiente sórdido, y se resentirá y amargará muchísimo si se ve obligada a hacerlo durante demasiado tiempo. En tal caso, o bien tratará de provocar un cambio en la suerte de la familia, o se refugiará gradualmente en el mundo funesto de la Lagartija Gris, que por fuera acepta la pobreza, y casi parece disfrutar con ella, pero interiormente está llena de intensa amargura.
Será posesiva, pero se negará a dejarse poseer. Uno de los peores rasgos de estos nativos, varones o mujeres, es su negativa a ver ningún otro punto de vista que el suyo cuando están en juego las emociones. Necesitan semanas de introspección para acercarse a algo que se parezca a la humildad. Su natural interés por el sexo opuesto, aun si es platónico, te dará motivo para estar tan celoso de ella como ella lo esta de ti. Lo más probable es que ocasionalmente fascine a todo hombre que se le ponga a tiro, y que tú tengas que esperar mientras los hipnotiza. Lo normal es que las cosas no lleguen a ser graves, pero pueden provocar algunos momentos incómodos, y también pueden ser causa de desacuerdos. En el calor de la batalla, conviene recordar que su compulsión a igualar puntos hace, por lo general, que sea ella quien gane todas las escaramuzas y diga la última palabra. Si le dices una mentira, ella te dirá dos. Si a la mañana, después de una discusión, te niegas a darle el beso de despedida, es posible que durante un mes ella te niegue el de las buenas noches. En caso de que tu madre (o la madre de quien fuere) criticará su forma de cocinar, es probable que Escorpio se olvide de invitarla a cenar durante varios domingos seguidos. Sin embargo, perdonará una ofensa accidental, si sabe que fue sin intención. En Escorpio, el sentido de la justicia es tan fuerte como el sentido de la venganza, cosa que la mayoría de la gente olvida. Escorpio recuerda todas las bondades, y también las devuelve con creces. Las dos cosas son válidas. Con los niños, es posible que en sus expresiones de amor falten matices de ternura y demostraciones abiertas, pero de todas maneras los pequeños percibirán la profundidad de su devoción y se sentirán emocionalmente seguros. Una madre Escorpio no dejará que los talentos de sus hijos pasen inadvertidos o se desperdicien. Dedicará muchas horas a alentarles en la persecución de metas elevadas, y estará siempre dispuesta a brindarles el apoyo que necesiten. Cuando se planteen los problemas de la juventud, encontrarán en ella a una persona fuerte y servicial, a quien su conocimiento de la naturaleza humana convierte en sagaz consejera. Es una madre que les enseñará a hacer frente a las dificultades con el mismo valor de que ella hace gala, pero que puede cegarse para sus defectos y, naturalmente, si no se la reconoce y se la rectifica a tiempo, esta última actitud puede provocar muchos problemas. Escorpio aplastara a cualquiera que, a su entender y de la manera que fuere, constituya una amenaza para la felicidad de sus hijos, y me temo que eso incluye a su marido. Si él es más estricto con los niños de lo que ella considera que debe ser, no le gustará nada.
Aunque a veces pueda estar a punto de ahogarte en su pasión de vivir, si os encontráis en una verdadera tormenta, una mujer Escorpio, con su razonamiento frío y sereno y su fuerza de acero será una tabla de salvación. Aunque ejerza su magia de extrañas y secretas maneras, sus ojos obsesionantes te mirarán siempre con básica honradez, por más que ella se mantenga más allá del alcance de la humana comprensión. Tal vez sea un poco peligrosa, pero indudablemente, es atractiva. Deja que otros maridos se conformen con las chicas juguetonas, tú conoces el misterio apremiante de esa encantadora bruja que te prepara un té excelente y no te quema jamás las tostadas. (Bueno, casi nunca.) Cuando la taza esté vacía, deja que ella te lea la buenaventura en las hojas de té. Es muy capaz de hacerlo... si quiere. ¿Cómo dices, que no lo sabias? Pero ya te dije que hay secretos que ella se guarda...

lunes, 24 de septiembre de 2012

LAS CHICAS DEL SIGNO DE LIBRA...


LA CHICA LIBRA
Una vez un niño me hizo una pregunta que no era fácil de responder. Quería saber por que las señoras se ponen pantalones y los hombres usan agua de colonia gratamente fragante. Con mi típico estilo Aries, le tranquilicé con una respuesta impulsiva. “Mira -le dije rápidamente, antes de que se le ocurrieran mas interrogantes fastidiosos-, eso es porque en cada hombre hay un poquito de mujer, y en cada mujer un poquito de hombre. Ahora, vamos a jugar a las damas”.
Retrospectivamente, me enorgullezco bastante de mi instantánea sabiduría marciana. La afirmación es válida hasta cierto punto para todos los signos solares, y superválida para Libra. En el más viril y recio de los varones Libra encontrarás algún rasgo del sexo opuesto, y la misma jugarreta le hace Venus a sus compañeras femeninas.
Libra puede ser tan delicada como un vaporoso conejito blanco, y su voz un dulce susurro persuasivo. Puede vestirse con sedas y encajes, y llevar el pelo fragante de colonia. Hasta puede parecerte una muñequita que podrías levantar con una mano (aunque un ascendente Tauro o Sagitario la haría bastante mas pesada). Pero con toda su feminidad, la dulzura de sus modales y el encanto de su gracia, esta muchacha se encuentra sorprendentemente cómoda usando pantalones, y le caen perfectamente. Sus procesos mentales siguen una lógica masculina y, en cualquier discusión que se te ocurra emprender, pueden estar a la altura de los tuyos, y hasta superarlos ocasionalmente... aunque el aspecto femenino de Libra es, generalmente, demasiado astuto para permitir que te des cuenta de eso hasta no haber pasado sana y salva la meta de la luna de miel. Durante la estación de conquista Libra se cuidará muy bien de ganarte una partida de ajedrez, pero no se pasará la vida manteniendo su agudeza mental oculta tras los graciosos hoyuelos. En algún momento te verás enfrentado con el despliegue de su potencia cerebral.
La mayoría de las mujeres Libra sacarán a relucir su ingenio tan pronto como se presente un tema que ofrezca la menor posibilidad de discusión. Puede ser cualquier cosa: por que no debes usar cuello con botón, o que es lo que pasa para que no te asciendan en el trabajo. (Respecto a esto último, ella pensará que es en parte por culpa tuya, y en parte de tu jefe. Con Libra, cualquier cosa termina siendo seis de un lado y media docena del otro, de modo que todo resulte igualado.) Si te niegas a morder el anzuelo, ella discutirá consigo misma. Una chica Libra es capaz de empezar sola un altercado, de seguirlo sola y terminarlo sola, majestuosamente. Es posible que tu única contribución sea un “pero, ¿por qué?” o “a mi no me lo parece”, pero en ocasiones es todo lo que ella necesita para lanzarse a un brillante monólogo que puede durar una hora, o mas. Mientras dure, sin embargo, es probable que tú te sientas inundado por su encanto. Cada tres frases, mas o menos, se encenderá esa deliciosa sonrisa, insoportablemente, hasta que termines cambiando de opinión con tan poco esfuerzo como ella cambia de sexo al asumir las prerrogativas del hombre para después convertirse de nuevo en una conejita mimosa. Te convencerá con lógica, pura y clara, sin que tú pierdas mucho, a no ser tu orgullo, que tampoco echaras demasiado de menos, bajo el hechizo de esa fascinante sonrisa. Y por lo general tiene razón, porque sus decisiones son tan cuidadosamente sopesadas como las del Tribunal Supremo. Las mujeres Libra no necesitan que se las empuje mucho para poner en marcha una comparación verbal entre dos puntos de vista cualesquiera. Una temporada de actividad política le dará montones de oportunidades para aguzar su retórica y pulir su talento discursivo. Es muy capaz de trabajar en política, una vez que haya decidido que partido y que candidato la convencen.
Aparte esa tendencia típica de su signo a pesarlo todo dos veces para estar segura de no equivocarse, puede ser una mujer estupenda para un hombre que se sienta atraído por el amor, el compañerismo, o ambas cosas. Su tendencia a discutir se basa en un sincero deseo de llegar a una decisión imparcial. Podría ser peor. Por lo menos, no va estableciendo sobre la marcha sus propias reglas, ni se resiste obstinadamente a todo razonamiento, como las mujeres nacidas bajo otros signos solares. Además, la mayoría de sus opiniones van formuladas con un tacto diplomático que en alguna medida suaviza el golpe.
Tal vez la mejor manera de hacer que valores a tu mujer Libra sea darte un rápido panorama de lo que pasaría con los otros signos solares en una situación simple. Supongamos que se está hablando de tarjetas de visita
Tú eres el presidente de la asociación y recibes los honores de tal. Ella es la presidenta del Consejo de Administración, la que a su manera, femenina y protectora, impedirá que tú cometas errores. Su naturaleza está hecha para el trabajo en equipo, y querrá participar en la mayor cantidad de intereses y actividades tuyos que le sea posible.
De buen grado abrirá su casa a los invitados de su marido, y es lo bastante femenina como para seguirle cuando él decida cambiar su profesión, mudarse de ciudad o cultivar nuevos amigos. Todo eso es especialidad de ella, que está ahí para allanar el camino y asegurarse de que el no lo eche todo a rodar con alguna acción impulsiva o un juicio mal meditado.
Realmente, tendrás que darle crédito. La mujer típica de Libra no tiene deseo alguno de ser una piedra al cuello de su marido; más bien desea apartarle las piedras del camino. No es, ni con mucho, tan dominante en la superficie como lo es por dentro, porque lo último que puede querer Libra es formular una serie de afirmaciones de las cuales tú pudieras hacerla responsable mas adelante. En la mayoría de los casos, pisará con suavidad (a menos que tenga ascendente Aries... y si te metes con una mujer que tenga una doble influencia cardinal como esa en su carta, vas a tener muchos problemas).
Por término medio, las mujeres de Libra son muy intelectuales y están dotadas de sorprendente poder para el análisis, que te puede ser realmente útil para ayudarte a resolver problemas de negocios. Libra rara vez deja que sus emociones le impidan llegar a una decisión desapasionada o a un punto de vista equilibrado, y por lo general podrá asesorarte mejor que tu banquero. Naturalmente, su capacidad en esos aspectos puede llevarla a suplir a muchos, y no solo eso, sino que si es una muchacha típica de Venus ofrecerá las perlas de su sabiduría en la bandeja de plata de su encanto y de su amabilidad para la sugerencia. Su mano de hierro calza leve guante de terciopelo, y es tan suave el codazo con que puede apartarte del mal camino para reencauzarte por el bueno que podrías jurar que el cambio fue idea tuya. Normalmente, un hombre Aries, Escorpio, Leo o Tauro levantará un pedestal a su mujer Libra, para adorarla. Y no hace mas que justicia, porque ella también le adora. Las visitas que lleguen al nido de amor de una joven Libra felizmente casada tendrán la sensación de encontrarse frente a Adán y Eva, antes de que se les apareciera la serpiente, y lo estropeara todo. (Dos personas Libra, si se casan, se convertirán invariablemente en arrullantes palomas o en adversarios que se muestran los dientes. Se irán a un extremo o al otro ya sea en forma permanente o alternada.)
Son muchas las gratificaciones que se derivan de la convivencia con una mujer Libra. Jamás te abrirá las cartas, porque simplemente no se le ocurriría semejante vileza. Jamás revelará tus secretos comerciales a los amigos ni te pondrá en situación incómoda en presencia de tu jefe. Es posible que su encanto lo someta a él también, con esa misma sonrisa que le sirvió para derretir tu corazón la primera vez que la viste. Hay algunas mujeres Libra, con posiciones desfavorables de Marte, que en ocasiones pueden permitirse excesos emocionales, o bien comer y beber mas de lo que les conviene, pero son muy, muy escasas. Aunque alguna que otra vez una de ellas pueda dar un traspié con su balanza, tarde o temprano volverá graciosamente a su estado normal de celeste armonía. Habrá momentos en que te preguntarás si es un ángel o un demonio, pero lo mas frecuente es que sean los ángeles quienes juegan de su lado.
Probablemente, no te quejarás por falta de demostraciones físicas de su amor, porque es tan sentimental como el encaje antiguo, y tan afectuosa como tiene derecho a serlo cualquier mujer. Aunque sus mimos y arrullos sean sinceros, esas miradas dulces, la ternura de la caricia, el abrazo cálido y la profusión de besos también son una cortina de humo bastante efectiva para su oculta tendencia masculina. No hay ley que diga que la sinceridad no pueda tener aplicación práctica.
Es posible que tu hogar parezca uno de esos anuncios de las revistas, con un alfombrado de pared a pared. Los colores estarán armonizados y los muebles serán de buen gusto. Los cuadros colgarán derechos, y generalmente las comidas se servirán a la hora en punto. Con la mayoría de las chicas de Venus puedes contar también con: servilletas de hilo, platería sellada, velas encendidas, vino, buena música y un menú equilibrado. Si tienes en cuenta la claridad de su mente y lo chispeante de su ingenio, realmente no puedes pedir mucho más. Para Libra, ser mujer es una especie de trabajo de dedicación exclusiva y dura toda la vida, y en algún momento alcanzará la perfección. Será raro que ese aspecto masculino de su voluntad te resulte molesto, a menos que seas uno de esos machos imposibles que quieren andar por ahí gritando como el rey Enrique VIII, y que esperes que las mujeres de tu vida se conduzcan como consortes obedientes y temerosas de perder la cabeza si se les ocurre decir algo mas que “sí” o “no”. Tu cónyuge Libra, decididamente, dirá algo más que “sí” o “no”, porque le gusta hablar. Pero también sabrá halagarte escuchándote, cuando tengas necesidad de un público bien dispuesto. Es a la vez dulce y fuerte, y no son muchas las mujeres que pueden hacer con éxito un número de tan delicado equilibrio.
La suavidad de sus modales y su serena capacidad para refrescarte la frente con calentura pueden hacerte pensar que Libra es débil y desvalida, o que se mostrará temblorosa y femenina en momentos de crisis. En ese caso te equivocas de medio a medio. En la composición de su delicada feminidad entran nueve partes de acero. El hecho de que el detalle se te haya escapado cuando ella, valiente y astuta, se esforzaba por hacerte morder el anzuelo durante aquellas primeras partidas de ajedrez en que siempre se dejaba ganar, no es motivo para que sigas toda la vida ciego. La próxima vez que se produzca una situación de emergencia en la familia, abre bien los ojos y ya verás quien es la que mantiene la estabilidad del barco. En realidad, quiero decir. No es necesario que la verdad te despoje de tu hombría. Nadie más que tú sabrá cuanto necesitas la ayuda de su mano en el timón, cuando las cosas se ponen difíciles. Ella jamás se jactará de lo que hace ni te privará de nada, a no ser de buena parte de la responsabilidad. Da gracias de que sea tan de fiar. Además, ¿no está realmente guapa con sus pantalones, cuando se ocupa del jardín o va al supermercado? Las mujeres con pantalones están muy bien, siempre y cuando tengan la sensatez suficiente para ponerse organza y volados en las fiestas, y sedas crujientes en la intimidad. Y ella la tiene. Una de sus cualidades más valiosas es su capacidad de esconder su mentalidad rápida y aguda tras una increíble feminidad.
Una madre Libra amará y cuidará tiernamente a sus hijos, pero... ¿la verdad?, ellos irán después que tú. Son los socios minoritarios, pero tú eres el presidente de la compañía, y eso es un hecho básico que Libra jamás olvidará. Les dará un gran trozo de su corazón, pero jamás dejará que se adueñen del rincón que te entregó a ti antes de que ellos llegaran. Si con sus juegos perturban tu descanso, puede mostrarse muy estricta, y si te desobedecieran se enojaría mas que si la desobedecen a ella. De pequeños, tus hijos serán dulces y limpios, y pulcros y corteses de adultos... si es que tú no los echas a perder, a lo que ella no se opondrá porque el dueño y señor eres tú. No es más que otra de esas decisiones que posiblemente dejará en tus manos para no correr ella el riesgo de equivocarse. Las madres Libra, generalmente dulces, pueden ser firmes cuando es necesario. Nunca descuidarán a sus hijos ni los ignorarán, pero la verdad es que si Libra decidió ser madre, fue ante todo para darte a ti más felicidad. Una de las primeras cosas que les enseñará a decir a los niños cuando aprendan sus oraciones será: “Dios bendiga a papá”. Jamás permitirá que te falten al respeto, pero si tú te pones un poco demasiado exigente ella les enjugará las lágrimas, y hasta les dará furtivamente un caramelo cuando se te haya ido demasiado la mano.
Claro que si los dulces la tientan demasiado puede ponerse gorda. También es posible que se demore mucho en una fiesta, o con una botella de vino. Y habrá veces en que sea un poco mandona, y otras en que los oídos se te cansen de oírla. Pero todas esas cosas sucederán únicamente cuando su balanza emocional esté momentáneamente desequilibrada, y ya volverá a ocupar el justo medio cuando el mal momento haya pasado. Salvo que alguien le apoye un pie en alguno de los platillos, la balanza de Libra siempre termina por equilibrarse. Si uno de los platillos baja un poquito, añade algo de afecto en el otro, y ya subirá. Si el otro se inclina bajo el peso de una excesiva tristeza, quítale un poco con tu comprensión y reencontrarás su hermosa armonía.
¿Que otra mujer podría tener el porte de una princesa cuando la llevas al baile y después, en un abrir y cerrar de ojos, atarse las botas, ponerse el mono de leñador y ayudarte a cortar la leña para el fuego? Le sobra gracia para lo primero y fuerza para lo segundo. Si a nadie se le ha ocurrido componer una canción con el nombre de tu amada Libra, escribe tú una melodía con tiempo de vals, bien ritmada, y dedícasela. Fortísimo.

martes, 11 de septiembre de 2012

LAS CHICAS DEL SIGNO DE VIRGO...


LA CHICA VIRGO
Si te imaginas a la mujer Virgo como una doncella dulce y virginal, pura como la nieve recién caída, ya verás como se hacen pedazos tus ilusiones. Virgo no es una ninfa arrodillada junto a un estanque, envuelta en una túnica de gasa. Lamento estropearte la imagen.
Una mujer Virgo es capaz de dejar a su marido por un hombre a quien conoció en algún océano remoto, de tener un hijo de su amante sin preocuparse del matrimonio y de enfrentar con la cabeza bien alta a un mundo hostil. Nada de eso es muy púdico ni virginal. Hay mucho que aprender sobre este tierno y frágil símbolo de la feminidad sin mancha, y en primer lugar, que su columna vertebral está hecha de acero inoxidable.
Es verdad que básicamente es tímida; eso no te lo discuto. Las chicas Virgo no se suben a un cajón para pronunciar fervorosos discursos, ni arrasan ellas solas con un bar, como las mujeres del Lejano Oeste. Tampoco verás que las arresten por conducir borrachas, y te daré cinco dó1ares por cada una que encuentres en el reparto de una revista picaresca. Pero una mujer Virgo es una mujer, con todas las armas y astucias necesarias, incluso una férrea determinación de perseguir la felicidad sin importarle a dónde la lleve el camino. Algunos punzantes espinos en la ruta no harán que se desmaye ni que gima débilmente pidiendo ayuda.
Cuando oigas hablar de una mujer Virgo que ha violado las reglas de la sociedad, asegúrate de leer bien entre líneas. Su mentalidad es intrínsecamente pura, eso es cierto. Pero también el amor es puro; el verdadero amor, y a Virgo no le interesa el de ninguna otra clase. Es capaz de escalar las montanas mas altas y atravesar el mar agitado en galochas y chaquetón de marinero, una vez que se ha movilizado en ella el espíritu de Mercurio, que puede oscurecer considerablemente esa imagen etérea y graciosa. Recuerda también que el verdadero regente de Virgo, el distante Vulcano, es el dios del trueno. Una Virgo que considere imperfecto su matrimonio y encuentre un amor sin macula (o crea haberlo encontrado, lo mismo da), no vacilará en cortar los antiguos vínculos. Cuando usa el escalpelo, lo hará con la calma y precisión de un cirujano. Por más que deteste destruir el círculo de la familia, Virgo detesta más la hipocresía.
Una vez que haya aceptado un amor como ideal y verdadero, la pureza de la idea que ella tiene de la relación tiene primacía absoluta sobre todos los pedazos de papel legal del mundo. Es la única mujer del zodiaco que puede ser absolutamente práctica y divinamente romántica al mismo tiempo. Esa situación, la de aventura amorosa junto a un océano remoto, puede parecer superficialmente sin fundamento e inmoral. En realidad, es un predecible ejemplo de cómo Virgo puede mostrarse fiel a su genio cuando se ve ante una decisión difícil. En una situación así, se angustiará al extremo ante la reprobación social, pero la angustia no alterará su conducta, como no alterará tampoco la pureza de sus motivaciones. Es un ejemplo perfecto del firme sentido práctico que da a Virgo su elemento de tierra, unido a la cualidad mental, etérea y orientada hacia lo ideal de Mercurio. Una vez que el amor de Virgo se enciende, arde al rojo blanco, y con su intensidad y unicidad de propósito puede dar motivos de vergüenza a las pasiones de otros signos solares. Sin embargo, para encenderlo puede hacer falta cierto tiempo.
Admito que los aspectos físicos y ardientes del amor pueden estar un tanto suavizados en las mujeres típicas de Virgo, pero hay en ellas una misteriosa y serena cualidad de espera, una “pasión del espíritu” que, para los hombres que prefieren la delicadeza de los sobreentendidos en amor, es una cualidad sumamente satisfactoria.
Es una perfeccionista, pero eso no significa que sea perfecta. Tiene sus rasgos negativos, que pueden ser bien fastidiosos. Para empezar, las mujeres Virgo están tercamente convencidas de que nadie puede hacer las cosas con tanto orden y eficiencia como ellas, y lo que realmente le revienta a uno es que -por lo general- nadie puede. También son insoportables con la puntualidad. ¿Alguna vez has hecho esperar a una mujer Virgo a quien hubieras citado? Cuando se sienta molesta o irritable, no te hará una escena ni te tirará botellas a la cabeza, pero puede ponerse arisca y quisquillosa si la haces enojar. También puede ser que te riña, directamente. Alguna vez es posible que una mujer Virgo llegue a parecerse a una arpía, pero en general no llegan tan lejos. Llévale flores, admite que te comportaste mal y no discutas. No te servirá de nada, a Virgo no podrás vencerla. Su elemento es la tierra, de modo que valora las creaciones de la naturaleza, y un ramillete puede calmar su irritación. En cuanto a las disculpas, que sean breves y precisas. Nadie puede tomar por tonta a Virgo. Su claridad de visión detectará la más elaborada de las mentiras del más hábil enredador, y la más tenue mancha de lápiz de labios en el cuello de una camisa. Puede ser limpia en sus intenciones, pero desde luego no es ingenua.
No quiero decir que vaya a revisarte la ropa que envías al lavadero, por lo menos mientras no estéis casados. Después, como estará en su casa, no se sentirá tan culpable al hacerlo.
Son mujeres que padecen un bloqueo mental cuando se trata de admitir sus propios errores, como si tuvieran un bloque de madera ante el cerebro, de manera que será prudente que, simplemente, te ahorres el intento. Por frustrante que sea, la mayoría de las veces tendrá razón, de modo que ¿a que discutirle? Cuando hayas conseguido que vuelva a su estado de ánimo normal, es tan deliciosa que ya no te importará quien ganó o perdió. Si no resulta demasiado hiriente para tu orgullo masculino, te resultaría provechoso seguir sus consejos financieros, o dejar que sea ella quien organice el presupuesto. Es concisa y práctica, y capaz de detectar pequeños errores que hasta a un contable público se le escaparían. (Salvo que tenga influencias negativas en su carta natal, o que tenga un ascendente impulsivo.)
Si empiezas a salir con una mujer Virgo, pule tus modales y tu gramática. No verá con buenos ojos que uses lenguaje de cuartel o que bebas el agua del aguamanil. No te pongas a masticar apio muy cerca de sus oídos, y en cuanto a comer mazorca, será mejor que te olvides. Dile en todo caso al camarero que te lo desgrane y te lo sirva en el plato. Tampoco pasarás el examen si eres desaliñado en el vestir. Si te has enamorado de Virgo, es mejor que te resignes a afeitarte dos veces al día, y lo mismo te digo para las duchas. Báñate en loción para después de afeitarte, cepíllate bien el traje, ponte una camisa limpia, cuidado con los modales, y hazte limpiar los zapatos antes de empezar a cortejar a una chica de estas. Y una última advertencia, muy valiosa: la próxima vez que llegues tarde, finge que no te has dado cuenta de la hora que es. Entra en su casa con porte colérico y, cuando te pregunte que te pasa, dile que esa tonta y ridícula biblioteca del demonio (no se te ocurra usar palabras mas fuertes que esas) cierra siempre cinco minutos antes del horario estipulado. No importaría si fuera de vez en cuando, pero es que todas las noches te cierran las puertas cuando tú todavía tienes que guardar todas esas publicaciones científicas. Eso le hará olvidar tu retraso.
No la lleves al hipódromo ni la dejes ver cómo pierdes el salario de una semana con esa estupenda yegua en la quinta carrera, por media cabeza. Las historias de color subido, guárdalas para los almuerzos con los amigos, y repítele siempre cuanto te alegra que ella no sea una de esas mujeres tornadizas. ¿Acaso no es cierto? Y tampoco es una lapa. Las mujeres de Virgo no se van a los extremos. Ella puede cuidarse sola, gracias, pero para hacerlo no necesita portarse como un hombre.
No la abrumes con tus encantos físicos ni la abraces como un oso cuando vais en el metro; tampoco precipites el beso de despedida la primera vez que salgáis juntos, ni tal vez la décima... espera el momento justo. En general, procura evitar las escenas sobreactuadas. Muévete con lentitud, con gracia y con gusto, si no quieres terminar en la orquesta por tu torpeza. Y ya que hablamos de teatro, es probable que a ella le encante. Y los desfiles también. La pompa y el ornamento, la emoción dramática, sirven de escape para sus propias emociones, tensamente controladas. Además, como crítica es excelente. El desarrollo de su intelecto y su gusto artístico, combinados, explican la agudeza de su percepción. Si pudieras conseguir que lo entendieran los productores de Broadway, te verías inundado de entradas gratuitas para los estrenos de prueba en los teatros suburbanos. Casi siempre, una mujer Virgo se adelantará a los comentarios de los críticos. Para definirla, discriminación es una de las palabras claves. Le encantan las obras de teatro, los conciertos y los libros, pero critica severamente su contenido, de la misma manera que te criticará la corbata y la forma de peinarte, por no hablar de lo que dices y de lo que haces. Para ella, criticar es tan natural como respirar para ti. Virgo es la eterna perfeccionista, y sin ella andaríamos todos bastante sucios y desaliñados. Pero no se te ocurra criticarla a ella, que eso va contra las reglas. Aquí, la regla de oro decididamente no es válida. Lo que ella te hace, es mejor que tú no se lo hagas. La cristalina claridad de su pensamiento hace que, por dentro, tenga tanta conciencia de sus propias imperfecciones como de las tuyas, y como la evaluación que hace de sí misma es tan frecuente como severa, de ahí que tenga la sensación de que no necesita que tú la ayudes. De ella se puede decir con verdad que es “el peor de sus críticos”.
Lo bueno de enamorarte de una mujer como ella es que se hará cargo de todas tus preocupaciones, y es posible que incluso disfrute con ello. Evitará que caigas en el ridículo sin hacerte sentir disminuido en tu hombría, un arte que bien podrían imitar las mujeres nacidas bajo otros signos solares.
En cuanto a la fidelidad, alguna vez sabrás de una excepcional mujer de Virgo que, por sus razones propias e insondables, ha decidido mandar al diablo la virtud, pero por lo común en esos impulsos, que no suelen durar mucho, hay el deseo de demostrarse algo a si misma. Las mujeres Virgo que alguna vez dan unos pasos por la florida senda de la promiscuidad tienen la habilidad suficiente para ocultar el traspié, y de todas maneras ese comportamiento es excepcional. Lo habitual es que, si te ama de veras, puedas dejarla tranquilamente durante un mes en una isla desierta, con el hombre más atractivo que conozcas. ¿Dos meses? Bueno, la mujer Virgo es humana, en definitiva; no es una computadora que camina y habla. Tiene un corazón más cálido de lo que se imagina la gente, y sus emociones pueden volverse tormentosas, aunque no se tome el trabajo de anunciarlo en la cartelera. La naturaleza emocional de Virgo es contenida, pero no inexistente. Recuérdalo, que eso te levantará el ánimo.
Aunque sean fastidiosamente meticulosas con las pequeñeces, las jóvenes Virgo también pueden ser las criaturas mas generosas, afectuosas y buenas del mundo. Considera su perfeccionismo como una virtud y no como un vicio. Con toda la precipitación y la impulsividad que imperan en el mundo, ¿que haríamos sin la agudeza visual y mental de Virgo? Aun en los momentos en que te irrite con su actitud crítica, encontrarás en ella algo encantador que es totalmente irresistible. Claro que tú ya lo habías descubierto; si no, no estarías afeitándote dos veces por día ni yendo todas las noches a la biblioteca. La suavidad de sus modales y la dulce claridad de sus ojos han funcionado como debían. Es probable que hayas descubierto incluso lo divertida que es cuando no se la presiona, y lo despierto que es el ingenio que se oculta en su linda cabecita. Hay algo amable y extraño en la risa de la mujer Virgo, que cuando se suelta suena como un repique de campanillas.
Como no tiene ilusiones, no intentes venderle espejismos. Para ella, la verdad es belleza, y la belleza es verdad. Acostúmbrate a aceptar que limpie los ceniceros cada tres minutos, ten paciencia con los gatitos que recoja, y tendrás quien se ocupe con femenina gracia de la rutina de la pipa y las pantuflas. Solamente con alguien en quien confía se compartirá ella, cautelosamente, y para Virgo las cosas pequeñas significan mucho. Pese a su modestia y timidez naturales, tiene la fuerza y la reciedumbre suficiente para que otros puedan encontrar en ella consuelo ante la tormenta. El silencioso valor y el profundo sentido de la responsabilidad de la mujer Virgo actúan con frecuencia como un mágico cemento que mantiene unidas a las familias grandes. Es probable que sea buena cocinera, y jamás te envenenarás con la sopa que ella haga. Encontrarás tu casa limpia y acogedora, y sobre la mesita del café un gran tazón lleno de manzanas, no de bombones de chocolate (que son perjudiciales para los dientes y para la salud, en general).
Probablemente nunca verás a tus hijos corriendo por el barrio con las narices sucias, la cara pringada de mermelada o las zapatillas rotas. Tampoco te encontrarás deditos que te rompan los cigarrillos o que pinten a la acuarela tus papeles personales. Ella se ocupará de la disciplina. Es raro que la mujer Virgo tenga más de uno o dos hijos, parece que la maternidad no fuera necesaria para satisfacer su feminidad. Pero una vez que el bebé haya irrumpido en su vida, Virgo jamás olvidará sus necesidades físicas, morales o educacionales. Es posible que no le resulte tan fácil satisfacer a su hijo en sus necesidades emocionales, pero si se siente segura de tu amor y sabe que la valoras, se relajará y rodeará a vuestros vástagos de cálido afecto. Los pequeños suelen hallar deliciosamente gratas y dulces a las mamás Virgo. Dentro de su firmeza y de su empeño en inculcar buenos hábitos, tienen un toque de ternura que da al niño la seguridad de su amor.
¿Recuerdas un poema que dice que con tu última moneda no debes comprar pan, sino “jacintos para el alma”? A esa mujer dale ambas cosas. Frecuentemente, la encontrarás ocupada cosiendo o remendando y, si tu mujer es típica de su signo, es posible que tu casa esté llena de una mezcla celestial de perfumes: el de las flores frescas y el del pan casero que sube, crujiente, en el horno. Muy gratos al llegar a casa. Ella desempolvará todos tus viejos sueños hasta hacerlos brillar de nuevo, y tendrás una mujer que jamás te pedirá la afeitadora ni usará tu cepillo de dientes para pintarse las pestañas. Cuando estés enfermo, te cuidará como un ángel, y jamás te pondrá en una situación incómoda flirteando con tu mejor amigo. Será pulcra en el vestir, y con ella podrás hablar de algo mas que de pañales y de los comentarios del salón de belleza. Recibirás toda la lealtad y devoción que te mereces, y ella no te hará escenas de celos ni dilapidará a tontas y a locas el dinero. Guardará en su corazón tus secretos, te ayudará a organizar tu trabajo, y no es probable que su cutis se arrugue al alcanzar la madurez. Dime sinceramente si no vale la pena que cuides tus modales y no te olvides de limpiarte las uñas. Sus ojos son frescos lagos de puro amor y, cuando sonríe es capaz de iluminar toda la habitación. Mejor que la cuides, que tal vez nunca volverás a tener tanta suerte.

jueves, 26 de julio de 2012

LAS CHICAS DEL SIGNO DE LEO...


LAS CHICAS DEL SIGNO DE LEO
Es probable que la mujer Leo tenga una cosa que a ti no te gustará. Un álbum de recortes, con fotografías y recuerdos de todos sus antiguos novios. De nada sirve intentar que lo queme: la Leona es una sentimental incorregible.
En los bailes no se pierde pieza. Lo más probable es que sea ridículamente popular, y que tengas muchísima competencia cuando pretendas convencerla de que adopte tu apellido para el resto de su vida. Llevarás cierta ventaja si eres conde o marqués de algo; cualquier cosa que suene a realeza, a nobleza o a importante. En realidad, no me puedo imaginar que una mujer Leo se case con alguien de apellido Pérez o García. Aunque es posible. Todo es posible. Pero lo más probable será que firme Pérez de la Guía. Es casi seguro que ella será el líder social de su grupo y que imperará sobre las mujeres de menor categoría como una reina, pero con una gracia tan fascinante y con tan hermosa sonrisa que, en realidad, a nadie le importará. Es posible que otras mujeres acepten que ella nació para ser reina, para imponer modas, estilos y costumbres. De todas maneras, no les servirá de mucho el intento de usurpar su autoridad.
Parecería que la naturaleza se mostró prejuiciada al dotar a la mujer Leo de vivacidad, astucia, gracia, belleza y simple sex appeal para tres por lo menos... y un poco mas. Si eres víctima de un complejo de inferioridad, mas vale que centres tu atención en algún pájaro de plumas menos brillantes. No esperes domesticarla hasta convertirla en una tímida doncella pendiente de la última de tus palabras. El hombre que espera que una mujer Leo viva en adoración a sus pies vive en el paraíso de los tontos. Considérate afortunado si ella te acepta como a un igual, te respeta, está dispuesta a ser tu pareja y se deja poseer afectivamente. Ten en cuenta que el mero hecho de dejarse amar por ti es prácticamente como si te hubiera armado caballero. En serio, podría haberte ido mucho peor. Una Leona es mucha mujer, una especie de artículo suntuario, que no se encuentra en la sección de oportunidades.
Es conveniente no olvidar que la mujer Leo puede montar una escena tormentosa y también mostrarse tan dulce e inofensiva como un bote de jalea. Es posible que tenga voz suave y susurrante, fascinantes modales y unos ojos enormes y dulces que se iluminan con deliciosas chispas cuando mira entre las pestañas. Una mujer Leo puede parecer tan tersa y serena como un lago fresco y placido. Cuidado: no es más que un papel que representa porque los críticos lo aprueban. Pero si le quitas el papel estelar en tu producción amorosa, para relegarla al lugar de doble o de figura de segundo plano, ya verás lo tímida y lo sumisa que no es. Claro que la mayor parte de las mujeres Leo a quienes rindas tu homenaje dejarán bien en claro que son demasiado dignas y orgullosas para aceptar necedades. Seria muy triste que dieras el tropezón en complicarte la vida con el otro tipo de Leona, la que esconde las garras pero por si acaso, se las afila todos los días.
Para cortejar a esta chica, asegúrate siempre de que se traten de regalos caros y de excelente gusto, y que vayas correctamente vestido cuando se los ofrezcas. Además, tendrás que practicar diferentes formas de lisonjearla. Muéstrate original y creativo, por favor, que frases del estilo de “Nena, que bien estás” o “Este traje te sienta muy bien” pueden hacer que te veas inmediatamente arrojado de palacio, entre los labriegos.
Las expresiones vulgares y malsonantes la dejan como un témpano. Acuérdate de que estás cortejando a la realeza. Homenajes y halagos son para ella una razón de existir, pero ten presente que la mujer Leo admira tu masculinidad y no pretende convertirte en un alfeñique. Una mujer de este signo no podría amarte Si no fueras fuerte, pero tampoco permitirá que la insultes con una actitud de condescendencia. En su forma de verlas cosas, decididamente, ella no es el sexo débil. Son muchas las mujeres Leo de constitución atlética y a quienes les encanta el deporte, pero será mas prudente de tu parte que la lleves al teatro y no al partido. El escenario y las candilejas son infalibles para magnetizarla y transfigurarla.
(Mejor que saques plateas, olvídate de los palcos.) Elige una obra en la que la heroína se comporte como tú quisieras ver que ella se conduce esa noche, y tienes buenas probabilidades de que, inconscientemente, repita el papel hasta el último detalle. Terminados los festejos, no la lleves a un bar a cenar hamburguesas, en la esperanza de que se siente en un taburete a comer patatas fritas, llevada de su amor por ti. Mas vale que la invites con menos frecuencia, pero a lugares de categoría. No es que sólo le interesen los hombres de dinero; por lo general es generosa, no tiene inconveniente, de vez en cuando, en compartir los gastos, y es probable que te cubra de tantos regalos como tú le hagas a ella. Simplemente, se siente incómoda en un ambiente mezquino. Aunque sea la mujer mas pobre del mundo, la nativa de Leo se las arreglará para ahorrar las moneditas necesarias para comprar cortinas para las ventanas, anillos para los dedos y ajorcas para los tobillos. Es posible que alguna vez se de una vuelta por los suburbios, pero por curiosidad, como espectadora, manteniéndose a distancia de la multitud. La pobreza la deprime y la hace sentirse físicamente mal.
Si vistes con desaliño y le ofreces como vivienda una choza, no te hagas ilusiones.
Hay un cuento de una dama francesa que, en los jardines de Versalles, preguntó a su amante si la gente del pueblo conocía esa exquisita emoción que era el amor. Cuando le aseguraron que sí, exclamó con ofendida sorpresa: “¡Pero si es demasiado bueno para ellos!”. Probablemente era una Leo.
No culpes a la Leona si de vez en cuando es arrogante y vanidosa. Por naturaleza, se siente por encima de las masas, y es raro que la gente se resienta, porque cuando se siente amada y respetada, Leo puede ser la más buena y generosa de las mujeres, capaz de mostrar auténtico afecto por los niños, los desvalidos y los desamparados. En realidad, no tienes por que esperar que se baje de un trono que por derecho de nacimiento le pertenece. Si es una típica hija del Sol, será graciosa y deslumbrante y serán muchos los que reconocerán alegremente en ella a un ser extraordinario. Y en verdad lo es. Es inteligente, ingeniosa, fuerte y capaz, sin dejar de ser al mismo tiempo deliciosamente femenina. Nadie que esté en sus cabales podría considerarla vulgar.
Si tu dama es Leo, sabiendo halagarla llegarás donde quieras; ya sabes que esa es su debilidad secreta. Y te diré otro secreto, si es que piensas casarte con ella: terminará por cansarse de su jaula dorada y querrá vagabundear por la selva para ver que es lo que hacen todos los demás felinos. Estar confinada bajo un techo y cuatro paredes puede quitarle rápidamente el brillo.
Déjala que disfrute a su manera. Se te marchitará en la rama si se ve obligada a no ser más que una ama de casa, a menos que tengas el dinero suficiente para que ella pueda recibir continuamente a sus amigos y derrochar en la decoración de su hogar.
Por lo general, Leo es una alhaja como esposa. Será raro que la encuentres descuidadamente envuelta en un albornoz, con los rulos puestos y la cara cubierta de crema, y no porque descuide sus tratamientos de belleza. La mujer típica de este signo se pasa horas frente al espejo y gasta una fortuna en cosméticos, pero lo que quiere que tú veas son los resultados, no la estrategia. En ocasiones, tendrás la sensación de que eres tú quien mantiene a toda la familia de su peluquero. “Cariño, ¿realmente tienes que gastar tanto en el salón de belleza?” suele ser el lamento de mas de un hombre casado con una Leo, pero es que realmente a muy pocas de ellas les gusta arreglarse solas el pelo. Con un champú y un marcado se sienten mimadas, y ya sabes lo que es sentirse mimado para Leo.
A menos que tenga ascendente en Cáncer, Virgo o Capricornio, es posible que tengas que vigilar sus créditos. Es fácil que a Leo se le vaya la mano cuando se trata de renovar el plumaje o de comprar artículos para el hogar o regalos para los amigos. Su guardarropa puede ser muy abundante, y aunque su aspecto sea brillante con vestidos de noche, relucientes de lentejuelas y piedras de fantasía, o con elegantes túnicas escotadas, es probable que si es una chica típica de su signo prefiera la vestimenta informal y deportiva. Le gustan las telas suntuosas y el corte perfecto, pero no necesariamente los volados y encajes. Entre sus favoritos están las sedas naturales, los buenos tejidos italianos y los tweeds ingleses, importados. Por lo general tiene un gusto excelente, aunque un poco caro. A veces te encontrarás con una Leo que se pasa de la raya y cuya intuición del estilo se pierde entre ropas llamativas y chillonas, pero es una excepción a la norma del gusto tradicionalmente exquisito de las mujeres Leo para la moda.
Cuando invites al jefe a cenar a tu casa comprobarás que es una estupenda anfitriona, y quedarás como un genio ante él, por haber sabido conquistarla. También es probable que deje fascinada a la mujer de tu jefe, porque las chicas leoninas saben ganarse igualmente a hombres y mujeres, con su sonrisa amistosa y su personalidad abierta. Cualquiera que acierte a estar cerca de ella recibirá el calor de su sol; Leo rara vez hace sombra.
Como madre, derramará generosamente amor y afecto sobre sus hijos. Aunque no le resultará fácil ver los fallos de los niños, cuando los vea será estricta. Como no puede soportar que la ignoren, Si los niños no la respetan se encerrará, ofendida, en un regio silencio. Muchas madres Leo tienen una peculiar manera de malcriar a los niños sin dejar de imponer disciplina, por contradictorio que pueda parecer. Es capaz de jugar y retozar con los cachorros, de tener con ellos largas charlas de camarada, pero también les exigirá que se pongan en posición de firmes como soldados, les enseñará modales y les hará obedecer a los mayores. Al mismo tiempo, existe el peligro de que les dé demasiado dinero para sus gastos y de que no se resista a sus peticiones, aunque sean extravagantes. En cierto modo, es como si diera a su progenie el trato de miembros privilegiados de una familia real, amándolos sinceramente pero sin dejar de esperar que se comporten como es debido, especialmente en público. Estará orgullosísima de sus logros, y guarde el cielo al extraño que intente dañarlos o los juzgue injustamente. Pese a todo esto, no abrumara a los pequeños; ella es demasiado independiente para estar continuamente encima de ellos, y vivirá su propia vida, sin dejar de vigilar desde cierta distancia a los cachorros. Muchas madres Leo trabajan fuera de casa, pero es raro que los niños sufran de falta de atención. Cuando son mujeres de carrera, las nativas de este signo se las arreglan para equilibrar perfectamente la maternidad y el trabajo.
En ocasiones puede perder su dignidad y calma para convertirse en una gata juguetona, capaz de retozar y hasta de hacer alardes de bufonería. Puede rugir de risa, con alegría animal, pero pasado el momento retornarán la voz satinada y la regia prestancia. No hay quien pueda devolver una observación impertinente o una pregunta grosera con el frío desprecio de las mujeres Leo, a quienes disgusta toda familiaridad con extraños. Aunque puedan mostrar su humor y manifestarse sorprendentemente informales en la intimidad, de los extraños esperan siempre que mantengan su lugar.
En cuanto a la fidelidad, la mujer Leo puede hacerte pensar en un viejo brindis ingles: “Este por mi, y éste por ti, y éste por el amor y la alegría. Te seré fiel mientras lo seas tú; después, ni un solo día”. ¿Hace falta decir más? No sientas celos ante su don de convertirse en el centro de la atención en un salón lleno de hombres admirativos. Las cabezas siempre giran al contemplar el paso grácil de la Leona, y ella considera ese homenaje de los hombres como la cosa más natural. Es posible que incluso busque sus atenciones y se complazca en algún leve e inocente flirteo, porque su profunda necesidad de adulación y de aplauso encubre un extraño temor de no ser lo bastante femenina, y tiene que asegurarse constantemente de que la consideran deseable. Eso no significa que no siga enamorada de ti, aunque le dedique una sonrisa a tu mejor amigo y le diga que su nueva chaqueta deportiva es una maravilla. En cambio, no pruebes tú a decirle a la mejor amiga de ella que te encanta la nueva falda que lleva. Eso es muy distinto.
Si oye que te diriges a tu secretaria de manera más cordial e íntima que “señorita Fulana”, es posible que tu gatita deje de ronronear y te produzca un rasguño.
Ya se que no es justo. Pero si quieres ser el orgulloso poseedor de ese suntuoso y elegante plumaje, tendrás que hacer algunas concesiones. Después de todo, ser dueño de un pavo real no tiene nada que ver con poseer un cuclillo o una paloma arrulladora. Halágala en su vanidad. Es probable que ella sea importante por derecho propio, porque son pocas las mujeres Leo que pueden resistirse a competir con los hombres en cuestiones de prestigio, cuando no de dinero. Tu Leona puede ser cualquier cosa, desde actriz a cirujano.
Una de mis mejores amigas -y una de mis favoritas de este signo- es una conocida psiquiatra neoyorquina. Admito que es una profesión que le permite dar sermones y consejos (el pasatiempo favorito de Leo), pero lo hace con una sonrisa tan cálida, con tal brillo en los ojos y una simpatía tan profunda, que sus pacientes se sienten mejor por el solo hecho de estar en la misma habitación que ella. Su marido le brinda todo el respeto y la adoración que ella considera su regio derecho, pero también él tiene una profesión que lo pone a su altura: es un gran escritor y poeta, talentos que siempre impresionan el sentimentalismo de Leo. En escena, comparten igualmente el cartel ante las candilejas, pero entre bambalinas, el hombre y el que manda es él. La fórmula es perfecta para domesticar a la Leona.
Y esa es la clave para una relación sin problemas con Leo.
No dejes que ella ahogue tu personalidad pero no intentes tampoco pasar por encima de ella. Pon una estrella grande y brillante en la puerta de su camerino, y tonifica tu propio yo.
Bien sabes lo que vales, ¿no? por haberte ganado la mano de la orgullosa Leona. Entre nosotros, ¿cómo lo conseguiste? Tweedledum y Tweedledee se enfrentaron en un torneo, porque Tweedledum dijo que Tweedledee le había estropeado su sonajero.

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