LIBRA
A todos aquellos que han nacido entre el 22/09 y el
23/10 les corresponde el signo de Libra.
Desde una perspectiva general, nos referimos a un signo fuertemente marcado por
la idea de justicia y balance entre las cosas. Se trata de gente que sabe,
perfectamente, que el bienestar ha de encontrarse allí donde está el equilibrio.
Lo que decimos aquí se desprende no solo de nuestra experiencia y estudio sino,
asimismo, del antiguo símbolo gráfico que representa a los de de este signo. Se
trata, nada ni nada menos, que de una báscula. Es la idea de saber medir y
relacionar entre opuestos. A diferencia de una balanza, en una báscula el peso
de las cosas he de ser medido en relación con el peso de otras. Así, de esa
manera, nada de todo cuanto existe está desconectado de la existencia de todo
lo demás. Los de Libra saben, perfectamente, que cada cosa ha de ser entendida
en su contexto.
Es muy difícil que la gente de este signo se deje
llevar por consideraciones demasiado abstractas, ellos prefieren lo concreto;
ellos prefieren lo que se puede medir a la luz de la razón, o lo que es decir
lo mismo, con sus poderosas básculas.
Y con lo que acabamos de decir hemos aclarado, esencialmente, la forma en que
los de la gente de este signo suele entender la vida. Se trata de personas que
valoran el poder de la razón y la lógica por sobre todas las demás cosas.
Tienen mucha confianza en el conocimiento científico y basan esa actitud
positiva en el hecho de que todo cuanto la ciencia explica y describe funciona.
No hay que engañarse; la báscula de Libra no está buscando verdades
supraterrenales. De manera muy distinta, está en pos de aquello que le permita
llevar una vida más práctica y feliz. No les interesa el conocimiento por sí
mismo; entienden que todo conocimiento ha de conllevar, sí o sí, una
repercusión más o menos inmediata en el mundo de la experiencia.
Todo lo que acabamos de explicar conlleva, como no podía ser de otra forma, un
aspecto asimismo negativo. Cuando los de este signo elevan a la razón al
pedestal absoluto de la forma de conocer reniegan, sin querer o queriendo, del
poder del conocimiento intuitivo. Para los de Libra lo que no su puede medir
pareciera no ser digno de mayores atenciones. Pueden llegar a ser un tanto
violentos con aquellos que son partidarios de las reflexiones esenciales. Son,
en cierto sentido, sumamente existencialistas; para ellos la existencia impera
sobre el ser.
En una aproximación laboral se trata de gente sumamente exitosa. Sea como sea,
más allá de todo, trabajar implica ganarse los medios de subsistencia, y es
verdad sí, que en ese sentido la aptitudes de medición y análisis imperan por
sobre las otras de la reflexión y discurso abstracto. Siempre se puede confiar
en alguien de este signo para que tome decisiones importantes; es muy difícil
que se precipite o aletargue, se toman las cosas con el tiempo justo. Pueden
ser grandes empleados y grandes empleadores. En el primero de los casos siempre
estarán pensando en cómo favorecer los resultados de la empresa para la que
trabajan. En el segundo, siempre estarán al tanto del bienestar de su personal.
Ya lo dijimos al principio, para la gente de este signo la justicia es una
premisa absoluta. Y en pos de esto último, además de todo lo que ya hemos
dicho, vale agregar que la gente de Libra es sumamente honesta. Desconfiar de
ellos suele ser una perdida de tiempo.
En las relaciones afectivas se trata de gente que valora el bienestar por sobre
todas las demás cosas. Si una relación los hace sentir bien y contenidos se
transforman inmediatamente, en los compañeros perfectos. Son gente
particularmente necesitada de mucho amor. ¿Por qué? Muy sencillo; el amor es un
sentimiento necesario pero -para buena o mala fortuna- sumamente ilógico. En un
signo plagado de verdades lucidas el afecto debe llegar fuerte, claro y pleno.
Las personas de este signo no entienden de esos amores tormentosos y
contrariados; para ellos solo es bueno lo que hace bien. Más allá de la
controversia filosófica que esta concepción pragmática puede suscitar, tienen
su punto y no están fácilmente dispuestos a cambiarlo. Son confesores inmejorables;
jamás dejaran escapar un secreto. Eso sí, no son los mejores consejeros.
Lo que los de Libra deberían tratar de aprender de otros muchos signos, es que
no todo en la vida es susceptible de comparación y medida exacta. Es verdad que
la existencia (la posibilidad de vivir) es de importancia cardinal, pero no se
puede existir si a la vez no se es. Todo cuanto existe es pero no todo cuanto
es existe. Para ser más claros (como a ustedes les gusta); la refección al
respecto de los sentimientos y la esencias no es menos importante que aquella
destinada a las cualidades y capacidades practicas. Ustedes son los dueños de
la báscula, nunca al revés. La capacidad de entender esto último representará
la diferencia entre la acción y la reacción, o lo que es o mismo, entre la
libertad y el aprisionamiento interno.
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