"El Sol representa aquí la vida del espíritu,
que se expresa plenamente como resultado del gran proceso evolutivo iniciado en
Aries. La vida de Dios, que en este signo es “impelida a la actividad”, llega
oportunamente a su consumación. La latencia se convierte en potencia y la media
noche se fusiona en el mediodía. Dios, el Padre, rige."
El Sol es el símbolo de la vida que primero surge
en Aries, el primer impulse del espíritu manifestándose en la materia. La “vida
de Dios” es “llevada a la actividad” por el regente de Aries, Marte, y logra la
“consumación” en el signo opuesto, Libra, donde Saturno es exaltado.
Saturno en libra organiza en formas geométricas el
impulso de Aries en el plano mental, permitiendo finalmente una precipitación
del espíritu hacia la materia. Es por esto que El Tibetano llamó a Libra el
signo de la “practicidad”.
Urano también está involucrado potentemente en este
par de opuestos Aries-Libra porque es el regente jerárquico de Aries y regente
del alma de Libra. Urano rige al séptimo rayo de orden ceremonial o magia, y
está conectado con el séptimo plano, el físico.
Por ende Urano, junto con la exaltación de Saturno
en Libra, ayuda a expresar esas “ideas desde la mente de Dios” en Aries. El
séptimo rayo es el rayo de la geometría, asistiendo a la creación de Saturno de
formas-pensamiento y recordándonos del conocido dicho del gran avatar Platón,
“Dios Geometriza”.
"Urano personifica la energía del séptimo rayo
y su trabajo es análogo al de Mercurio [regente del alma de Aries], porque
dicho rayo relaciona espíritu y materia y une el fuego eléctrico [espíritu] y
el fuego por fricción [materia], trayendo la manifestación. Urano lleva al alma
hacia la tierra ardiente durante las etapas finales del Sendero, cuando el
fuego de Aries y los fuegos engendrados por la potencia de Urano producen el
calor llameante de la última tierra ardiente.
El iniciado debe atravesar finalmente esta tierra
ardiente. Urano rige el Camino oculto y, en sentido esotérico, está vinculado
con el Hierofante de los Misterios de la Iniciación."
El elemento fuego esta conectado al plano mental –
a través de su energía ardiente en su esencia. Aries rige la cabeza y el
cerebro que es el que piensa, de ahí a indicación “surgo y desde el plano de la
mente, rijo”.
Cada año, Aries nos da la oportunidad de comenzar
de cero, de evolucionar, de impulsar ideas frescas a manifestarse, basadas en
las experiencias sintetizadas del año anterior. De ahí la importancia de
sintonizarse con el ciclo del verdadero año nuevo que comienza en Aries, no en
Capricornio (Enero).
Y sin embargo la expresión superior de Aries está
conectada a la intuición o budi, la cual eventualmente sustituirá a la mente.
Los fuegos de la mente serán remplazados por la intuición etérea.
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