ASTROLOGÍA

ASTROLOGIA

¿ADIVINOS?
Escrito por J.Lluis de Agila

No, radicalmente no, la imagen del Astrólogo no puede asociarse a la figura de adivinos, no lo son.

Su labor es otra muy distinta, son asesores, consejeros que, usándose de una ciencia antigua como el hombre y para el hombre, consultan los astros, interpretan las figuras que se forman en el cielo para que luego, cuando su sombra nos alcance, podamos usarnos de ella en lugar de sentir su peso y, para cuando estas nos sean propicias, poder mejorar el resultado de nuestros hechos, tal es la función de los Astrólogos y no otra, aquellos que han olvidado los ciclos y sus resultados, los que ya no saben mirar arriba y ver el cielo nos llaman adivinos mientras que para nuestros consultantes somos asesores.

Asesores con cierta visión de futuro.

Astrología, para qué?

Lo cierto es que esta es toda una cuestión, tanto el hombre como la Astrología se conocen de hace mucho tiempo pero en ocasiones somos los mismos astrólogos los que planteamos lagunas ya que a muchos nos da la impresión de que la Astrología evoluciona con mas lentitud, no hay duda de que la que se practicaba en época Augustera perdería hoy todo su sentido ya que la propia evolución humana a experimentado unos cambios sorprendentes en muy poco tiempo y la Astrología ha tenido que asimilarlos, catalogarlos y comprobarlos, esta adaptación a la vida moderna ha provocado no pocas polémicas por parte de los detractores del sistema astrológico que han visto en ella una falsificación de los datos asimilados por la tradición astrológica, por otro lado y casi de forma cíclica algunos personajes abanderando argumentos científicos de labor, descubren signos y constelaciones listadas ya por Ptolomeo en busca de un protagonismo público de “fuego de paja” que se supone cumplirá las aspiraciones científicas, personales o comerciales de estos doctorados señores.

Todos estos elementos contribuyen a perjudicar el desarrollo de estudios serios sobre este sistema y de nuevo las acusaciones de algunos estamentos que habiéndose usado de ella en otras ocasiones ahora la condenan consiguen crear el clima de desconocimiento general que existe respecto a la astrología y sus formas.

Por otro lado los propios astrólogos no siempre parecen ponerse de acuerdo respecto a tal o cual tema, falta, en cierta forma una unión y unas normas a seguir de formas global, sobre todo en lo que investigación se refiere, falta una legislación.

La investigación astrológica está siendo maltratada desde siempre pero eso es una forma de no dejar crecer.

Pero como siempre y, a pesar de todo y de todos, la Astrología persiste, en una sociedad que ha dado la espalda a todo aquello que no cabe en una probeta de cristal, no hay tiempo, hay que correr siempre y los ciclos pierden sentido, ya no hay diferencia entre día y noche, tenemos nuestra propia luz bajo los techos pero no es la lunar, cuando esta falta, las mujeres y sus ciclos menstruales pierden ritmo, fuerza, se descompensan.

El hombre también se ve afectado en otro sentido pero ha inventado la palabra stress para aquellas personas cuyos ciclos son incompatibles con el modo de vida exigido.

Afortunadamente aún quedan personas que creen en las cosas que no pueden ver aunque en muchas ocasiones sí pueden comprobarlo ya que conocen sus ciclos que no son otros que los ciclos de la Tierra, del cielo, de todos.